El PLD esta ante la posibilidad del enfrentamiento
de dos liderazgos salidos de su seno.
NUESTRO presidente ha llegado a su segundo año de mandato con una alta tasa de popularidad. En el primer periodo ha tenido triunfos loables (salvo la situación ante lo que muchos veíamos como una ‘apocalíptica reforma fiscal’; lanzo los planes de alfabetización y Solidaridad). Con sus escoyos, el plan del presidente ha caminado como él había dicho. Pero, nuestro presidente debe cuidarse. La popularidad puede traer enemigos que den al traste con su personalidad y planes.Desde su mismo partido, se alzan voces prematuras por una reelección. ¡Hablar de reelección sin haber cumplido siquiera el primer ano! Estas voces, como míticas sirenas, podrían desviar la atención del mandatario y de su equipo en lo que tienen que hacer. El 2016 puede llegar más rápido de lo que esperamos. Y el liderazgo de Danilo se está consolidando y convirtiendo en una piedra de tropiezo al liderazgo, hasta ahora homogéneo, del ex presidente Leonel Fernández. Seamos sinceros. Se avecina una lucha en el PLD, quizás no de las mismas formas que la del PRD pero si con la malicia del mismo. En el PLD hay dos liderazgos: el leonelista y el danilista. El primero siempre ha tenido claro que este presidente es, como un papa para el caso, de “transición” hasta que lleguen las próximas elecciones. El segundo le cogió gusto al poder y dudo que quiera soltarlo y mas viendo que su candidato tiene una popularidad que el presidente predecesor no tiene. Veremos que ocurre. Pero, Presidente Medina, cuídese pues usted es un estorbo para muchos que han visto del poder su medio de vida y que no comparten su idealismo.