Foto por babette1
Cuando decides aceptar tu capacidad creativa y hacerla presente en tu día a día hay diversos retos que es necesario aprender a enfrentar. Acéptalo, el mundo actual no está hecho para cuerdos y vemos muy seguido que el sentido común es el menos común de los sentidos. Así que si aceptas tu naturaleza creativa y tu capacidad de innovar como unas de tus virtudes y habilidades, te comparto algunos retos que debes aprender a enfrentar con destreza, inteligencia, serenidad pero sobre todo con humildad.- Lo más común es que las personas acepten lo complejo sobre lo simple y lo simple lo consideren ridículo. Las personas tienden a creer que las cosas complejas son más geniales que las simples y si algo es muy sencillo, lo juzgan inútil apresuradamente. No te preocupes, ya que en tu interior debes saber que muchas veces un problema complejo no necesariamente implica una solución de iguales condiciones.
- Cualquier innovador estará en el bando de los villanos mientras que no encuentre la solución esperada. El proceso de exploración y de investigación es vital para la generación y la validación de cualquier idea o solución, pero no todos van a considerar esto, un proceso productivo hasta que no perciba un beneficio concreto. Es decir, mientras no encuentres la solución o idea requerida, quienes te estén proporcionando los recursos, generalmente pensarán que están perdiendo su tiempo y dinero. Lo peor es cuando tu mismo te enfrentas al dilema de seguir intentando o detenerte; el reto es seguir; es decir, cuando te ves a ti mismo como el villano.
- Las personas temen salir de su zona de confort y no es necesariamente tu misión cambiar esta condición. Es importante reconocer y respetar la naturaleza de las personas; alguien que ame la rutina no es inferior que quien busque innovar y ser creativo, es simplemente alguien diferente y de las diferencias entre los seres humanos surgen grandes logros, a pesar de los conflictos. Todos somos necesarios y cada quien puede encontrar su felicidad como mejor le parezca.
- Las personas tienden a pensar que la creatividad es una habilidad de unos cuantos y parte de tu reto es enseñarles que no es así. Mientras contemos con unas condiciones físicas adecuadas para pensar, podemos crear y ejecutar. Quizás una de las diferencias más grandes que existen entre una persona que no es creativa y una que si lo es, es la confianza en las propias habilidades.
- Aprende a dar tus ideas a pesar de que puedan ser consideradas disparatadas. Muchas veces una idea aparentemente loca o desatinada genera cambios en los modos de pensar de un equipo de trabajo y pueden generar excelentes ideas, más depuradas que lleven al logro de los objetivos.
- Una idea no es nada hasta que no haces algo con ella. La acción, es lo que más diferencia al innovador del creativo. Debes aprender a manejar la ansiedad de tener muchas ideas y la capacidad limitada de llevarlas a cabo una a una; pero lo importante es conservar el compromiso de actuar.
- Convence a los miembros de tu equipo de su capacidad creativa. Si eres capaz de construir un equipo con una buena confianza creativa, podrás generar un nivel de sinergia excelente que logrará grandes resultados; eso sí, respetando siempre las opiniones particulares de cada persona y aceptando con humildad que no todo es una competencia y que cuando se halle una solución o se plantee una idea, todos ganan.
- Acepta el fracaso como una lección para aprender. No siempre las cosas te saldrán como esperas y cuando esto sucede, la alternativa no es dejar de intentar, lamentarse y dejar las cosas así; por el contrario es aprender de tus errores y continuar.
- Las buenas ideas generalmente aparecen luego de generar muchas otras. Debes estudiar, leer, escuchar, compartir y solicitar conocimiento de muchas fuentes para poder contar con una visión integrada que te permita generar soluciones desde diferentes enfoques.
- Respeta la naturaleza de las personas y aprende a sacar lo mejor de ellas, inclusive de las pesimistas. Se tiende a asociar la creatividad y la innovación únicamente con el pensamiento positivo y el excesivo optimismo, pero esto no quiere decir que alguien con una visión un poco más ácida de tus condiciones, no pueda aportar nada a tu proceso creativo.
- Aprende a manejar las expectativas de tu equipo y de quienes esperan resultados de ti. Al aceptarte como una persona creativa e innovadora, puedes llegar a convertirte en el alquimista del equipo, es decir, en esa persona de la los demás esperan esa solución milagrosa que resuelva todo. Es un gran reto tratar de mantener una visión positiva de un proceso creativo en una escala realista. El reto es tratar de mantener la esperanza y controlar las falsas expectativas.
- Acepta que no todo tiene una solución definitiva. Este es uno de los retos más grandes, ya que hay problemas o retos complejos a los que únicamente podrás plantearles soluciones que minimizan solo algunos perjuicios o ideas que generen solo algunos beneficios.
- Aprende a defender tus ideas aunque parezcan imposibles. Muchas personas tratarán de hacer que tus ideas son superficiales, inútiles o imposibles; pero a pesar de que tu tienes la responsabilidad de analizar bien tus iniciativas, nunca debes aceptar una crítica sin buscarle un sentido. Sólo tu tienes control sobre tus ideas y por lo tanto es tu decisión buscar hacerla realidad o dejarla a un lado.
- Acepta los problemas como oportunidades para ser mejor. Lo normal es que las personas huyan de los problemas, pero el creativo e innovador los aprende a ver como oportunidades de ser mejor y de aprender. Los problemas son retos a superar no motivos para llorar. Este es uno de los retos más grandes ya que hay problemas, muy complicados de manejar, sobre todo cuando conllevan una carga emocional.