Texto original escrito por Ana. Sígueme en Twitter.
Revisar nuestro plato de comida nos dice mucho sobre qué creemos, qué necesitamos, qué nos gusta, qué rechazamos, qué valoramos, cómo nos percibimos a nosotros mismos, en general, quiénes somos.
Conforme he explorado y sanado mi propia relación con la comida, me he dado cuenta que nuestros patrones alimenticios son una ventana para conocernos profundamente. ¿Por qué elegimos ciertos alimentos sobre otros? ¿Por qué comemos de cierta forma? Porque comemos como somos.
La famosa frase: “eres lo que comes” es igual de cierta que “comes lo que eres”.
Hoy los invito a analizar si la forma en la que comen se parece al modo en el que actúan en otros aspectos de su vida. Observen tres puntos importantes:
- Lo que ponen en su plato: tipo de alimentos, cantidad, calidad.
- La forma de comer: rápido/ lento, solos/acompañados, con calma/con desesperación, emociones presentes al comer, etc.
- Las creencias alrededor de los alimentos: ¿qué pienso de algunos alimentos? ¿considero que ciertos alimentos son “buenos”, “malos”, “engordantes”, “tentadores”, “pecado”, “adelgazantes”, “libres”, “prohibidos”, “asquerosos”, “deliciosos”, “de pobres”, “de ricos”, “de dieta”, “de enfermos”, etc.?
Por ejemplo:
- Si comes siempre lo mismo, ¿tu vida es monótona?
- Si comes lo que “caiga”, lo que sea, lo que te den, ¿eres conformista?
- Si comes compulsivamente, ¿en qué otras áreas actúas de forma compulsiva (compras, orden, trabajo, limpieza, etc.)?
- Si controlas de forma estricta lo que comes, ¿eres perfeccionista?
- Si siempre comes las sobras, ¿crees que no eres valioso?
- Si comes a escondidas, ¿sientes que no puedes mostrarte tal como eres?
- Si comes rápido, ¿vives a prisa?
- Si te privas de ciertos alimentos, ¿de qué más te privas?
- Si comes con ansiedad y desesperación, ¿sientes que te quitarán algo?
- Si frecuentemente comes demasiado, ¿te cuesta trabajo poner límites?
- Si no puedes declinar una invitación a comer, ¿tiendes a poner a los demás antes que a ti?
- Si estás picando todo el día, ¿te cuesta trabajo centrarte en una sola cosa?
Estas preguntas son tan solo algunos ejemplos, observa tu propio plato y pregúntate qué dice de ti. Las respuestas que obtengas no son ni buenas ni malas, simplemente pueden iluminarte sobre tu auto-concepto, tu relación con la comida y con tu cuerpo.
Un plato con ciertos alimentos puede tener varios significados, dependiendo de la persona. Por ejemplo, un plato de ensalada para algunos puede ser signo de salud, de cuidado a uno mismo, pero para otros, una forma de privarse y de controlar, una obsesión por el peso, miedo a otros alimentos.
Obsérvate sin juzgarte, con la curiosidad de descubrirte, de fascinarte ante los hallazgos y de tomar decisiones para vivir más sano, más feliz, más en paz.