Cuando me siento a escribir, pocas veces se lo que va a salir. Cojo papel y lápiz y me aquieto. Y escucho. Al cabo de un instante empiezan a surgir pensamientos. Ideas. Las observo, no me suelo quedar con la primera que surge, aunque en ocasiones hay ideas o frases que me acompañan al sentarme a escribir o días antes de plasmarlas en el papel. Me persiguen durante varios días o horas, hasta que me decido a escucharlas.
El proceso lo asemejo a cuando estás buscando una emisora en la radio. Vas pasando de una frecuencia del dial a otra: "Pitbull, no, hoy no tengo el día de Pitbull", "Radio Olé, noooooo", "Katy Perry, voy a escuchar un rato, no, definitivamente no". Y así hasta que das con la emisora, o la canción que quieres escuchar en ese momento. Entonces simplemente escuchas, y disfrutas. La canción ya está sonando. Tú simplemente te sientas o bailas al son de la melodía que está sonando en ese instante.
Cuando me siento a escribir es algo parecido. Dejo que las ideas vayan pasando, del mismo modo que las frecuencias del dial de la radio, hasta que hay una que me atrapa. La observo y si persiste la empiezo a escuchar a ver a donde me lleva.
Escribir para mi es simplemente eso, escuchar y dejar que esos pensamientos que surgen sean transcritos al papel.
No son " mis pensamientos", aunque pudiese parecer que si. Son la música que mi alma canta en ese instante. La melodía que pasa a través de mi. Escuchar, y escribir.
En ocasiones no nos damos cuenta del dial al que estamos conectados, y lo más importante, que tenemos otras opciones, otras frecuencias diferentes de la que estamos escuchando. No tenemos que creernos todo lo que nuestra "cabecita" nos cuenta. No porque algo sea repetitivo es más real. :)
Nos levantamos y la radio de nuestra mente empieza su letanía como un viejo casete que ya estamos cansados de escuchar. Y sin embargo, lo seguimos escuchando. Un poco como debía ser escuchar los seriales en las radios de nuestros abuelos: "Carlos Alberto, me has hecho daño", "Estella María, no te puedo perdonar" (leer con voz de culebron). ;)
Nos parece que no hay más que un solo dial repetitivo que escuchamos desde que nos levantamos, hasta que nos acostamos.
La música de tu vida depende del dial que estés sintonizando. La programación de ese dial es simplemente eso, una programación. No es "tú" programación, es la programación del canal que estás escogiendo en este momento. Puede que no seas consciente de que lo estás eligiendo, pero así es.
No te quedes escuchando una música que no te hace bailar, y cambia de canal. <3
"Una forma muy sencilla de cambiar de canal es a través del juego "¿Qué pensamiento hace que me sienta mejor?". Para que este proceso resulte eficaz conviene que le dediques unos minutos a escribir tus pensamientos en un papel. Al cabo de un tiempo, cuando hayas practicado este juego las veces suficientes, conseguirás tu propósito dejando simplemente que los pensamientos acudan a tu mente, aunque el hecho de escribirlos en un papel propicia una concentración más intensa, lo cual te permite sentir con más facilidad el rumbo que toma el pensamiento que has elegido.
Para empezar, escribe un breve comentario sobre cómo te sientes en estos momentos con respecto a determinada cuestión. Puedes describir lo que ha sucedido, pero lo más importante es que describas como te sientes.
Luego escribe otro comentario que amplíe como te sientes. Esto te ayudará a reconocer con más facilidad cualquier mejora que experimentes al practicar este proceso.
Ejemplo: Acabas de discutir con tu hija porque no hace el menor esfuerzo por echar una mano con los quehaceres domésticos.
Ella (o el nombre de tu hija) trata deliberadamente de complicarme la vida. No se preocupa por mí en absoluto.No hace la mitad de las tareas que le corresponden.Cuando hayas escrito unos cuantos comentarios que indican como te sientes en estos momentos, escribe lo siguiente: "Voy a centrarme en pensamientos sobre esta cuestión que hagan que me sienta mejor. Elijo la paz. Ese es el dial que quiero escuchar en este momento."
Y escucha. Y anota los pensamientos que surjan. Observa el pensamiento que has escrito y siendo sincero contigo mismo escribe a continuación si ese pensamiento te hace sentir igual, peor, o mejor. Quizás necesites un poco de tiempo para que surja un pensamiento que te haga sentir un poco mejor. Todo es cuestión de práctica. Tu decisión de buscar y escuchar algo diferente hará que el dial se vaya moviendo hacia una emisora que te aporte una liberación o relaje de alguna manera tu sentir en este momento.
Recuerda que esto no trata de que la situación cambie, sino de que yo me sienta mejor. Es mi decisión de elegir paz por encima de toda circunstancia la que hará que la paz sea una opción para mí. Lo que está haciendo que te sientas mal no es la conducta de esa persona, sino la emisora que estás escuchando. Vuelve a leer los pensamientos que has escrito y date cuenta de que esos pensamientos, esa programación, es la causante de tu sentir. Por lo tanto cambia de dial pasa por cambiar mis pensamientos.
El juego de "¿Qué pensamiento hace que me sienta mejor?" te ayudará a sentir el poder que tus pensamientos poseen para incidir en todo cuanto te rodea.
Ejercicio del libro "Cuaderno de trabajo de Pide y se te dará de Esther & Jerry Hicks" adaptado por mí. :)
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