Quienes sufren del desorden de procesamiento sensorial, que se presenta normalmente en la más temprana infancia, pueden no tolerar algunas texturas, olores, sonidos o incluso interpretar de forma incorrecta lo que tienen ante sus ojos, lo que los hace parecer torpes o descoordinados.
Las personas con desorden de procesamiento sensorial, son hipersensibles al más pequeño de los estímulos. Esta condición, suele ir acompañada de trastornos como el autismo, hiperactividad o desorden obsesivo compulsivo.
FUENTE:lapatilla.com