Es una mantequilla muy perfumada, en boca posee un sabor muy fino y agradable, su ataque es algo dulce y su textura oleosa y sedosa, es usada mayoritariamente en la cocina, aunque también como base para maquillaje, para usos medicinales y en rituales religiosos. En la cocina hindú y pakistaní es usada para guisar o para freír ya que su La mantequilla puede humear y quemarse a unos 177 °C, pero el punto de humo es muy elevado y aguanta los salteados o las fritura sin problema. ghee puede soportar temperaturas de hasta 252 °C. Y dado que durante su elaboración se eliminan muchas de sus impurezas y microorganismos, su durabilidad es mayor. Cada vez es más fácil conseguirla, podrás hacerlos en tiendas de productos gourmet o tiendas de alimentación de productos extranjeros en formatos de pequeñas latas.
Es muy importante saber que el menos toxina ghee también produce acrilamida cuando se calienta en comparación a las que producen otras grasas o aceites.
Es ideal por si padeces alergias, intolerancia o sensibilidad a los productos lácteos debido a que el ghee separa la leche de la grasa, esto lo convierte en el perfecto sustituto de la mantequilla ya que no contiene lactosa, por lo que es mejor que la mantequilla en estos casos, pero aún así no parece haber evidencia de que el ghee sea más saludable que la mantequilla habitual.
El cuerpo descompone las grasas y las utiliza para obtener energía y otros procesos. Las grasas no saturadas pueden reducir los triglicéridos y el colesterol, por lo que son más saludables que las grasas saturadas. Demasiada grasa saturada en la sangre aumenta el colesterol y hace que se forme placa en los vasos sanguíneos. Como resultado, se vuelve más difícil que la sangre y el oxígeno circulen por el cuerpo. Esto aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas y cerebrovasculares. Aunque las grasas no saturadas son más saludables, deben consumirse con moderación.
Las recomendaciones dietéticas del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) así como de la Organización Mundial de la Salud (OMS), nos invitan a limitar nuestra ingesta de grasas saturadas. El abuso de estas grasas puede aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas y de colesterol alto en la sangre. Para una dieta saludable, el consumo debe ser de no más del 35 por ciento del total de las calorías diarias provenientes de las grasas, con grasas saturadas que consisten en menos del 10 por ciento del total de calorías diarias consumidas.