La culebrilla es una infección aguda que se produce por activación del virus herpes zóster, y que suele ser un rebrote de la varicela ya que la produce el mismo virus. No es una enfermedad contagiosa hacia otra persona, aunque por ser el mismo virus que el de la varicela sí podría llegar a contagiar la varicela en contadas ocasiones.
La culebrilla una enfermedad por ciclo, así que el tratamiento principal consiste en aliviar los síntomas dolorosos a los que puede dar causa mientras no termina el ciclo del virus. Alguno de los tratamientos son antivirales, analgésicos y antihistamínicos para aliviar dolor y picazón.
Pueden utilizarse compresas de agua fría, recomendable es poner una infusión de hojas de yuca con las compresas. En el campo de los remedios caseros para la culebrilla también puedes poner papel de celofán con aceite y frotar con una cuchara de plata. Algunos alimentos que pueden ayudarte son diente de león, alimentos con vitaminas B y C, levadura de cerveza y peras.
Además de todo esto será bueno evitar el estrés que puede hacer empeorar la situación, hacer ejercicios de relajación, dar caminatas, estiramientos y paseos, además de descansar bien. Debes evitar tocar otras zonas del cuerpo por temor a contagios.
En caso de tener la culebrilla diagnosticada por el médico, con seguir las recomendaciones del médico y algunas de las comentadas aquí es suficiente, simplemente tienes que dejar pasar la enfermedad, evitando contagiar otras zonas del cuerpo en que sí se podrían presentar complicaciones como los ojos. Sin miedos, ya que las alteraciones del sistema nervioso podrían empeorar la situación. Se comenta que si dos puntas de la culebrilla se juntan puede causar la muerte pero esto no es cierto.