¿Qué es la megarexia?

Por Centro Psiconet

La megarexia es un trastorno de alimentación más desconocido que la anorexia o la bulimia, pero igualmente perjudicial para la salud.  Las personas megaréxicas son aquellas que sufren de obesidad, pero se ven a sí mismas como personas delgadas y saludables.

Mientras que las personas con anorexia se miran al espejo y no son capaces de ver su extrema delgadez, aquellas que padecen megarexia padecen una distorsión en la percepción de su propia imagen corporal, haciendo que se vean como personas atractivas con un peso ideal. Al no ser conscientes de su problema de obesidad, no toman medidas al respecto, y tienden a comer compulsivamente alimentos poco saludables, como bollería industrial o patatas fritas.

Teniendo en cuenta que 500 millones de personas padecen obesidad en todo el mundo, es muy probable que un porcentaje de ellos sean megaréxicos no diagnosticados.

Consecuencias de la megarexia

La obesidad es una enfermedad más peligrosa de lo que se cree generalmente. El exceso de grasa corporal incrementa el riesgo de desarrollar enfermedades graves como diabetes, enfermedades cardiovasculares, apnea, gota, cáncer, etc.

La malnutrición a la que están sometidas las personas con megarexia provoca una alteración bioquímica en el cerebro que conlleva que éstos no sean conscientes de padecer una enfermedad, por lo tanto, consideran que su aspecto es correcto y no incluyen alimentos nutricionalmente adecuados en su dieta, sino todo lo contrario, saciándose así a base de calorías vacías que incrementan aún más el problema y lo convierten en un círculo vicioso.

Es por esta razón por la que los pacientes megaréxicos, además de estar desnutridos, suelen padecer anemia por la falta de nutrientes. Todo ello conlleva a una falta de energía que rige sus vidas por el sedentarismo en lugar de invitar a la actividad que tanto necesitan.

Prevención de la megarexia

Al igual que sucede con trastornos alimentarios derivados a la delgadez, la mejor forma de evitar estas enfermedades es inculcando hábitos de vida saludables desde la más tierna infancia, incluyendo así la práctica de ejercicio físico regular y una alimentación sana y equilibrada que reduzca en todo lo posible la ingesta de alimentos hipercalóricos que aporten al organismo calorías vacías.

Se debe enseñar a los niños a aceptar y querer su propio físico, pero siempre estando atentos para que no se produzca sobrepeso, y en caso de ser así, solicitar ayuda de un especialista que pueda aconsejarnos para erradicar el problema y evitar que caiga en conductas peligrosas, como dejar de comer. No se debe caer en el error de pensar que unos kilos de más son síntoma de buena salud, y que ya habrá tiempo para preocuparse por aspectos como el peso cuando el niño sea más mayor. Recuerda que un niño obeso, tiene muchas más posibilidades de convertirse en un adulto obeso.

Tratamiento de la megarexia

Tal y como ocurre con otros trastornos psicológicos, para tratar el problema debe realizarse un reconocimiento por parte del paciente de que realmente existe éste. La familia es un grupo de apoyo muy necesario para mostrar la realidad a la persona afectada, o más habitual acudir a un profesional médico que ayude a solucionar la enfermedad y que oriente tanto al paciente como a la familia para sobrellevar y superar el problema de la mejor forma posible. Una buena orientación psicológica puede resultar de gran ayuda para superar el problema.