Una alimentación equilibrada tiene una amplia base de hidratos de carbono complejos (cereales integrales, pan, pasta, arroz integral, patatas, legumbres, etc), mucha fruta y verdura (contienen fibra, vitaminas y minerales), aceites vegetales no refinados y pescado azul. Alimentos como los lácteos, la carne y los huevos han de ser ingeridos de forma eventual. Otros, como el azúcar o los alimentos procesados industrialmente y las grasas saturadas, deben ser evitados.
Desde los primeros meses de vida, el bebé adapta el consumo de alimentos a sus necesidades biológicas gracias a las sensaciones de hambre y saciedad. Estas sensaciones son instintivas y se mantienen a lo largo de la vida en toda persona normal. Son las que permiten en un adulto mantener un peso constante y un cuerpo sano. En diferentes épocas y circunstancias la sensación de apetito puede ser mayor que en otras.
- Durante la segunda mitad del ciclo menstrual, el metabolismo de la mujer es más alto, ya que su cuerpo se prepara para una hipotética implantación de un óvulo. Una señal de esto es el aumento de temperatura que se observa después de la ovulación. Por todo ello se experimenta un mayor gasto energético y es normal que la mujer posea más apetito en esta fase.
- Si una persona reside en un lugar frío, gasta más energía y el cuerpo le informa de la necesidad de comer más alimento, por este motivo tiene más apetito.
En el caso de las personas con trastornos alimentarios, las necesidades biológicas continúan siendo las mismas, sólo que son desplazadas por necesidades artificiales, como la de tener un cuerpo delgado con un peso inferior al normal. Si no comen no es por falta de apetito sino porque ellos mismos así se lo han impuesto para lograr el objetivo de estar delgados.
Algunos alimentos aportan energía, es decir, el combustible que precisa el cuerpo humano para funcionar y otros aportan los materiales que constituyen la estructura corporal: parte del esqueleto y de la sangre. Tanto unos como otros son imprescindibles para disfrutar de un cuerpo sano.
La alimentación equilibrada debe cumplir los siguientes requisitos:
- La ración diaria de alimento debe aportar los nutrientes energéticos necesarios para que el organismo funcione correctamente, de lo contrario podrían aparecer síntomas como el cansancio, la falta de concentración, el estar irritable, etc.
- Es preciso comer una gran variedad de alimentos en cantidad suficiente y de forma equilibrada para poder cubrir el aporte necesario de glúcidos y lípidos, proteínas y vitaminas así como elementos minerales y agua.
El único dogma que existe en nutrición, o mejor dicho su principio básico, es que se debe realizar una dieta variada puesto que ningún alimento nos proporciona todos los nutrientes.
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