La Flujometría o uroflujometría (por no confundirla con la flujometría respiratoria) es la representación gráfica de la micción, que permite obtener un registro de la cantidad de orina evacuada por unidad de tiempo (ml/ s). Su valor radica en la identificación de las disfunciones del vaciado vesical. Este estudio se realiza haciendo orinar al enfermo en un flujómetro el cual posee un trasductor que transforma el fenómeno de la caída o peso de la orina en una señal eléctrica, para posteriormente procesarse. Se obtiene una gráfica que se imprime en papel y, dependiendo del equipo, puede quedar archivada.
- Volumen miccional o de vaciado (en ml).
- Flujo miccional máximo (en ml/sg).
- Flujo miccional medio (en ml/sg).
- Tiempo de micción (en sg).
INTERPRETACIÓN DE LA FLUJOMETRÍA UTILIZACIÓN DE NOMOGRAMAS Una forma práctica de interpretar el flujo máximo es la valoración mediante nomogramas. Estas gráficas relacionan el volumen con el flujo miccional. En función de la edad y el sexo, diferentes autores han desarrollado distintos modelos. Existe múltiples nomogramas para la interpretación del flujo máximo para los varones adultos, mujeres adultas y niños de ambos sexos en función de las edades. Nosotros utilizamos respectivamente los Nomogramas de Siroky, Haylen y Gutiérrez Segura. Cualquier nomograma puede ser útil siempre que alguien controle la realización técnica y las adecuadas condiciones en la realización e interpretación de la prueba. Una vez aseguradas estas condiciones, es fácilmente reconocible el grado de afectación flujométrica. VARÓN ADULTO
En el varón adulto utilizamos el nomograma de Siroky (1979). Los valores de flujo miccional correspondientes o 0 DS o superiores se considerarían normales. Los valores correspondientes a –1 –2 o –3, indicarían disfunción miccional leve, moderada o grave y se deberían a obstrucción del tracto de salida, afectación de la contracción del detrusor o a ambas condiciones.
Otro concepto a tener en cuenta es el de residuo postmiccional, que es el volumen de orina que permanece en la vejiga después de la micción. Este residuo puede medirse con métodos invasivos como el cateterismo (el usado generalmente en un estudio urodinámico) o no invasivo como la ecografía. Se considera micción descompensada, la existencia de residuo postmiccional mayor del 20% del volumen vesical. La existencia de residuo postmiccional ecográfico es un dato patológico que se suele deber a afectación de la contractilidad del detrusor.
La flujometría solo indica si el flujo miccional se encuentra disminuido o no. Esto se puede deber a obstrucción del tracto urinario inferior, afectación de la contractilidad vesical o ambas condiciones. El diagnóstico preciso de estas condiciones sólo puede determinarse con la realización de un estudio presión/flujo. Ateniéndonos a las cifras de incidencia, la asociación de flujo miccional disminuido con agrandamiento prostático, es sugestivo de obstrucción del tracto urinario inferior. Sin embargo, el antiguo concepto de que la presencia de síntomas obstructivos y/o irritativos, con afectación flujométrica (fundamentalmente del flujo máximo), sería indicación de la cirugía desobstructiva del tracto urinario inferior, está muy cuestionado hoy día. Se ha estimado que un flujo menor de 10 ml/sg en presencia de HPB, tendría una especificidad en cuanto al diagnóstico de obstrucción de un 80-90% (10-20% de diagnóstico erróneo por falsos positivos). La afectación flujométrica aislada no permite discriminar entre afectación de la contractilidad vesical u obstrucción del tracto urinario inferior, siendo ambos registros, indistinguibles. Una flujometría normal, descarta razonablemente y en un alto porcentaje de casos, alteraciones del tracto urinario inferior en la fase miccional. En los casos en los que la flujometría es normal, podría considerarse que existe normalidad en la dinámica miccional del tracto urinario inferior. Sin embargo puede haber algunas excepciones a esta afirmación tales como la obstrucción del tracto urinario inferior con flujo normal, en el que se observan altas presiones del detrusor, consiguiéndose alcanzar un flujo normal. Evidentemente, para este diagnóstico, también es necesaria la realización de un estudio presión/flujo. En los pacientes con incontinencia urinaria y antecedentes de intervención sobre el tracto urinario inferior (RTU o adenomectomía por cirugía abierta), la flujometría es una exploración urodinámica imprescindible y que aporta importante información sobre el estado funcional del detrusor y de la uretra. Una flujometría normal descartará razonablemente obstrucción uretral secundaria a la cirugía (estenosis uretral, esclerosis de cuello, persistencia de tejido prostático), o afectación de la contractilidad vesical. Se ha intentado correlacionar la morfología de la curva flujométrica, con la condición del tracto urinario inferior, no habiéndose llegado a resultados concluyentes.
Referencias entre otras de Urodinamia