Métodos: Se realizó un estudio prospectivo de pronóstico de cohortes. El estudio incluyó a todos los pacientes consecutivos de 65 años o más con fractura de cadera por fragilidad. Los pacientes fueron controlados desde su ingreso al servicio de urgencias del hospital, hasta su alta. El nivel de movilidad se midió mediante la escala ILOA, administrada durante el 6º día de hospitalización. Las variables identificadas se dividieron en variables basales del paciente, vinculadas a las características del paciente y a las variables de salud/hospitalaria, vinculadas al programa de atención dentro de la hospitalización postoperatoria.
Resultados: El número total de pacientes inscritos y diagnosticados fue 484. Seis días después de la cirugía, el nivel de movilidad logrado por los pacientes, según lo medido por ILOA Scale, fue de 42,4 (± 6,0). El aumento de la edad (B = 0,111; p = 0,042), el uso de colchón motorizado (B = 3,817; p <0,0005), el retraso en conseguir una posición vertical (B = 0,509; p <0,0005), la incapacidad para andar ( b = 2,339; p <0,0005), el uso prolongado de los pañales (b = 0,004; p <0,0005) o catéter (b = 0,089; p <0,0005), la indicación de no soportar de peso (b = 2,023; p = 0,031), y fiebre durante pocos días (B = 0.040; p = 0.023) son factores capaces de afectar negativamente la recuperación de la movilidad en el período postoperatorio inicial en pacientes tratados quirúrgicamente por fractura de cadera.
Conclusión: Las opciones de terapia y fisioterapia después de una cirugía de cadera por fractura se asocian significativamente con una recuperación temprana de la movilidad en pacientes mayores, independientemente de su condición basal. La retirada temprana de los dispositivos de soporte que prolongan la inmovilidad en la cama, como colchones de aire, catéteres, pañales, etc, junto con la posición incorporada, son elementos a tener en cuenta en la recuperación.
Arch Orthop Trauma Surg. 2018 Jan; 138(1): 35.
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