- Buscar fotografías antiguas, verlas juntos, comentarlas, y organizar poco a poco un pequeño álbum.
- Recopilar canciones que le gusten al enfermo, reproducirlas, cantarlas y aprenderlas juntos poco a poco. Esto le mantendrá atento, le hará recordar épocas pasadas, y quien sabe si emocionarse en ocasiones.
- Pequeñas manualidades pueden resultar positivas dependiendo de las destrezas conservadas o iniciales de la persona, de la complejidad de la manualidad y de la temática sobre la que verse. Por ejemplo, para una persona que sepa tejer, si todavía puede, hacer un trajecito para uno de sus nietos, con ayuda, o supervisión (si la necesita), puede ser una tarea positiva y de gran motivación.
- Una visita a un museo, exposición, actuación, concierto o sitio público dependiendo del estado cognitivo de la persona puede ser una buena idea. Aquí habrá que tener en cuenta el grado de autonomía, bipedestación (capacidad de estar de pie, moverse), estabilidad, orientación y habilidades conservadas, dado que depende de lo que se vaya a ver/visitar, la persona debe de tener algunas facultades cognitivas intactas o poco afectadas, porque se puede poner nerviosa, tener alucinaciones, no comprender dónde está…etc. y esto puede causar más repercusión negativa en ella que efectos positivos, que es lo que inicialmente perseguimos.
- Paseos por el parque, lecturas cortas de textos ligeros, visitas a comercios, o incluso la realización de algunas compras, le ayudarán a mantener contacto con las actividades de la vida diaria, fomentando la autonomía, aunque las haga con supervisión. Podemos ir, por ejemplo, a comprar, y dejar que sea él/ella quien pague, reciba las vueltas, coja los artículos…etc.