Aunque el destino de nuestro ramo de novia puede parecer un tanto intrascendente a varios meses del evento, es importante a la hora de decidir qué tipo de ramo queremos llevar y también dependerá del presupuesto del que dispongamos. Hoy en día hay varias posibilidades que yo agruparía en tres grandes grupos:
- Ramos Naturales
- Ramos preservados
- Ramos de tela (o artificiales en general)
De las características de cada uno pretendo ocuparme en futuros post, pero ahora sólo me centraré en la importancia de elegir una u otra clase en función de lo que tengamos pensado hacer con él.
Ramo de tela deB de Blanca Ramo preservado de Flores Forever
-
Lo clásico y que más veces hemos visto es llevar un ramo de novia natural y tirarlo después para que lo coja alguna de las solteras de la boda. Es un momento divertido, que nos dejará unas fotos muy chulas y que evita más quebraderos de cabeza.
-
Teniendo en cuenta lo que cuesta el ramo de novia y el recuerdo que supone para el futuro, otra posibilidad es quedárnoslo para nosotras. En este caso si el ramo es natural tiene una corta fecha de caducidad. Por eso en estos casos quizá nos convenga explorar otras posibilidades como los ramos artificiales hechos de tela o los elaborados con flores preservadas, que no están más que tratadas para que duren varios años como el primer día. Si estas dos últimas opciones no nos gustan demasiado, tendremos que buscar un sitio en el que nos sequen nuestro ramo, pero ojo porque esta posibilidad puede elevar bastante nuestro presupuesto.
-
También podemos regalarle nuestro ramo a alguna amiga o familiar. Aunque parece que la tradición dice que el ramo ha de ir destinado a alguna soltera, bajo mi punto de vista, es más importante que la destinataria sea alguien especial en nuestra vida por muy casada que esté. Nuevamente podemos pensar que regalar un ramo natural se va a quedar sólo en el gesto, y si queremos que esa persona conserve nuestro regalo habrá que plantearse las posibilidades de secado de ramo, ramo preservado o ramo artificial.
-
Cuando nos apetezca tener un detalle con una o varias personas que sean especiales para nosotras, podemos repartir nuestro ramo entre ellas y lo mejor en este caso es elegir el ramo que estéticamente nos guste más sin que su durabilidad importe tanto, ya que aquí lo que verdaderamente cuenta es el gesto, más que el hecho de que cada invitada conserve una o dos flores del ramo.
- Por último si queremos conservar o regalar nuestro ramo sin perdernos el momento de tirarlo, podemos lanzar uno más pequeño, uno hecho de gominolas, por ejemplo. También podemos regalar ramitos a hermanas, amigas, cuñadas… o a quien nos apetezca, que pueden ser réplicas o no del nuestro, para no renunciar a ninguna de las opciones que os he dado antes.
Fotografía: Sweet Caroline Photo. Fuente: Polly Pearce Weddings and Events Blog
Fotografía: Lourdes Balduque. Fuente: Colores de Boda
Como os he dicho antes otro día comentaré las características de cada uno de estos ramos y entraremos en más detalles, pero ¡ahora toca reflexionar sobre qué queremos hacer con el nuestro el día B!
Autor Colaborador:Tormenta de Arroz
¿Te gustan las Bodas, tienes un Blog y quieres escribir en Tu Boda de Blog? Contáctanos