Qué hacer cuando no puedo concentrarme

Por Alimentatubienestar @alimentatubiene

Vivimos rodeados de información, de carteles, publicidad, textos, anuncios, redes sociales, televisión..., estímulos, más estímulos y distracciones. Puede sucedernos que ante tal cantidad de información nos saturemos y no seamos capaces de concentrarnos cuando realmente lo necesitamos. Es entonces cuando nos preguntamos, ¿qué puedo hacer cuando no puedo concentrame?

Ante una cantidad elevada de estímulos, nuestro cerebro está en continua actividad, en un plano sensorial superficial, por lo que puede verse afectada su capacidad para entrar en un plano de concentración más profundo o necesitar una serie de condiciones idóneas para que la concentración se dé.

La concentración en sí, es un estado de la conciencia, que se entiende como la habilidad que tenemos para optimizar el funcionamiento de nuestro plano cognitivo. También se entiende como la capacidad de procesamiento que tenemos ante un foco concreto de información y la capacidad de sostener esa atención durante un determinado tiempo.

¿Por qué no puedo concentrarme?

Para estar concentrados necesitamos hacer un esfuerzo cognitivo, que a veces, dependiendo de nuestro estado anímico y del escenario que tengamos a nuestro alrededor, será más fácil o más difícil de conseguir.

La limitación en la concentración se puede deber a causas puntuales o a cuestiones con las que tenemos que convivir de forma continua.

Hechos puntuales

En el caso de hechos puntuales, puede ocurrir que, en determinadas etapas de nuestra vida, ya sea por exceso de trabajo, falta de descanso, preocupaciones, pérdida de un ser querido u otras cuestiones que aparecen en nuestra vida, suframos una pérdida de la capacidad de concentración, que volverá a aparecer en cuanto la situación se normalice. No quiere decir que sea de forma inmediata, pero deberemos darnos un poco de tiempo y tener voluntad por nuestra parte para lograr volver a nuestro estado original.

En el caso de los niños, también puede verse afectada su capacidad de atención por asuntos pasajeros de mayor o menor calado como puede ser un cambio de domicilio o de ciudad, lo que conlleva cambio de colegio, amigos, rutinas, etc. También puede influir una separación entre los padres o igualmente que a los adultos, la pérdida de un ser querido. Para los más pequeños esto puede suponer motivo de pérdida de concentración y de rendimiento escolar acusado en algunos casos.

Causas mayores

Sin embargo, en otros casos, la falta de concentración es la punta del iceberb de un problema continuo y sostenido a lo largo del tiempo, ya sea en el caso de los adultos o de los niños. Estaríamos hablando de causas como la depresión, el insomnio, hiperactividad, adicciones a drogas o alcohol, falta de autoestima, acoso o problemas graves relacionados con la falta de atención.

Recomendaciones para cuando no puedas concentrarte

Por ello, si notas que te cuesta concentrarte, o lo notas en tus hijos o en un amigo o familiar, lo primero es reflexionar acerca de la causa que puede estar generando esa falta de concentración.

Una vez determinada la causa, si crees que es algo pasajero, que en un momento dado está restándote calidad de vida e interfiriendo en tu desarrollo personal, puedes poner en práctica estas recomendaciones:

✅ Si no te puedes concentrar porque tienes demasiadas cosas en la cabeza, usa una agenda o hazte una lista de las cosas que tienes que hacer. Entonces saldrán de tu cabeza y podrás dejar de pensar en ellas.

Descansa correctamente y ¡desayuna bien! Es fundamental para poder estar al 100% cada día.

Plantéate practicar meditación, ya sea yoga u otra disciplina. Te ayudará a bajar los niveles de estrés si te encuentras estresado, y además te ayudará a preparar tu mente para poder estar concentrado durante más tiempo y con una mayor calidad.

Busca tus momentos TOP, para hacer aquellas tareas que más esfuerzo mental supongan. Todos tenemos nuestro momento TOP a lo largo del día, es un momento en el que nos encontramos con mucha energía y el trabajo nos cunde más. ¡Aprovéchalo!

Crea un entorno adecuado cuando tengas que concentrarte. Intenta rodearte de un ambiente sosegado, limpio, recogido y luminoso.

Si a pesar de ello, ves que te obsesionas con algo que no deja que te concentres en otras cosas, o sientes que tienes la cabeza muy dispensa y has perdido capacidad de estudio o de trabajo, no te preocupes. Podemos trabajar conjuntamente, siendo tu coach psicológico, con una serie de pautas que te van a ayudar a superar y mejorar tus capacidades.

Del mismo modo, si piensas que el origen de la falta de concentración puede estar motivado por cuestiones más graves, no dudes en ponerte en manos de un profesional.

¡Adelante, supérate!