Opción 1: Integrar la nueva prenda en la selección actual
La temporada de invierno del Proyecto 333 empieza el 7 de enero, el día después de Reyes. De esta forma tendrás la opción de incluir alguna pieza nueva en tu selección, fruto de los regalos navideños. Además, siempre puedes empezar la temporada con menos de 33 prendas para ir llenando los huecos a lo largo del tiempo. En la temporada pasada, una participante empezó el proyecto con cero prendas y añadió a su armario las cosas a medida que las iba utilizando. Una forma excelente de revisar el propio uso de las prendas.
Opción 2: El periodo de pruebas… haciendo feliz al prójimo
Si no estás segura de si la nueva prenda combinará realmente con lo que ya tienes, le puedes otorgar un periodo de prueba de una semana. Si no te la has puesto, no será parte de esta temporada. Sin embargo, habrás hecho feliz al pariente que te la regaló (que por algo suelen ser las madres las que se ocupan de lo que vestimos). Al haberlo utilizado unas cuantas veces también será posible informarle sobre lo que realmente te gusta y lo que no. Quizás te gustó el color, o la tela. Si le das especificaciones muy concretas podrás evitar que la próxima vez te regalen otra prenda superflua.
De hecho, esta es la clave para cualquier proceso de simplificación: habla con tus seres queridos. Quizás quieras proponer una tregua de regalos, o quizás les puedes pasar una lista aproximada de las cosas que realmente te harán falta. Es una solución más pragmática que romántica. Y para algo romántico siempre te pueden regalar un vale para un masaje o un viaje a Pisa.
¿Cómo gestionas los regalos “no deseados” de este año?