Investigadores del Instituto Nacional
de Salud Mental han descubierto que las diferencias de tamaño están
relacionadas con la forma del cerebro y la forma como está organizado. Cuanto
más grande es el cerebro, más se explica su área adicional por el crecimiento
en áreas de pensamiento de la corteza o manto externo, a expensas de un
crecimiento relativamente más lento en áreas emocionales, sensoriales y motoras
de orden inferior. Esto refleja el patrón de cambios cerebrales observados en
la evolución y el desarrollo individual, con áreas de orden superior que
muestran la mayor expansión. Los investigadores también encontraron evidencia
que relaciona las regiones de alta expansión con una mayor conectividad entre
las neuronas y un mayor consumo de energía. Dado que las personas con ciertos
trastornos mentales muestran alteraciones en el tamaño del cerebro relacionadas
con influencias genéticas, los nuevos mapas del córtex pueden mejorar la comprensión
de la organización cerebral alterada en los trastornos. Las regiones de mayor
expansión también están implicadas en diversos trastornos del neurodesarrollo,
por lo que los nuevos conocimientos pueden contener pistas para comprender cómo
los cambios genéticos y ambientales pueden afectar las funciones mentales más
altas.