Buenos Aires es sorprendentemente grande y extensa, así que lleva calzado cómodo, pero recuerda que estás en una gran capital y cenar y comer en sitios elegantes es obligatorio, incluso disfrutar de alguna velada de tango, así que lleva algún vestido para arreglarte más por la noche. Una de las mejores cosas de la ciudad es que resulta muy barata para los que estamos acostumbrados al euro. Comer en el restaurante más caro de la ciudad y ponerte hasta las botas con su sabrosa carne y sus riquísimos vinos no te costará más de 20-30 euros. Viajar en taxi de una punta a otra de la ciudad no sale más de 2 euros.
Y lo mejor de todo es que hablamos el mismo idioma que los argentinos, así que puedes entablar interesantes conversaciones con los lugareños. Son muy amables, y están deseosos de hablar de todo con los españoles, y la verdad, es un placer oírles opinar sobre la vida. El tópico de que no callan ni debajo del agua y de que les encanta darse de aires intelectuales es totalmente cierto.
Al estar en el Hemisferio Sur, las temporadas van al revés que aquí, lo cual puede despistarte a la hora de hacer la maleta. Trata de vestir elegante, y no tener pinta de turista para camuflarte con la gente de allí. Puede haber robos dependiendo en que barrios entres, así que lo mejor es tratar de pasar desapercibido y de no llevar nada ostentoso.
En decoración, el estilo bohemio de Buenos Aires se consigue con piezas coloridas de gran personalidad. La sofisticación la traen las obras de arte, por las antigüedades y todo lo que sea bohemio e intelectual.
Fotos: Mango and salt, Simple et chic.