Esto se lo digo entre lagrimas de profundo cabreo y decepción a la hermana mayor de nuestra chica con SD que ha vuelto a traer unas calificaciones académicas francamente mejorables?. Una joven de 22 años con todo a su favor, con nada en contra y sin valorar (lo hace de palabra) el infinito mundo de posibilidades que tiene ante ella y que la hemos ofrecido. Decepcionante y muy amargo.
Y se lo digo también a Raquel, nunca conforme con lo que tiene, siempre quejándose por todo aunque no sepa de que. Muy buenas calificaciones, pero un no aceptar las cosas que llega al hastió. Y a Angeles, y a Paloma, al límite con los estudios aprobando y suspendiendo y volviendo a aprobar, todo con el mínimo esfuerzo sin luchar, sin valorar que ellas pueden y por tanto deben.
¿Es que no os sirve de nada compartir la vida con Teresa? ¿es que no os dais cuenta de la suerte que tenéis? ¿es que no valoráis lo fácil que lo tenéis todo, para conseguir el mínimo exigido?. Que tremendamente injusta es la vida para algunos.
Que lección de superación es mi pequeño tesoro con un cromosoma de mas, siempre intentado mejorar, dando pequeños codazos para hacerse un hueco en esta sociedad tan implacable. Siempre con el "Yo solita" por delante. Queriendo hacer las cosas por si misma. Y con una sonrisa y un abrazo preparado para dar a todo el que se acerque.
Y luego miro a mi alrededor y observo que no han aprendido nada sus hermanas. Que no valoran nada. Y lo digo yo que se me llenaba la boca y he repetido hasta la saciedad que la protagonista de este diario había sido un revulsivo en nuestras vidas. La quieren muchísimo, la adoran pero ya esta, no les ha servido de ejemplo y no les sirve de espejo.