¿Qué puede causar el dolor abdominal que se propaga a la parte posterior?

Por Saludconsultas @SaludConsultas

Algunas personas experimentan dolor abdominal que se extiende a la parte trasera, junto con otros síntomas. Hay muchas razones posibles que esto puede suceder, ya que el dolor puede irradiar de un órgano a otros tejidos u órganos, debido a las extensas conexiones neuronales que nuestros cuerpos poseen.

Causas comunes

Algunas de las condiciones comunes que implican malestar o dolor abdominal que puede irradiarse a la espalda incluyen:

La enfermedad ulcerosa péptica. Las personas que experimentan ardor u otro tipo de dolor abdominal superior, que a veces se irradia a la parte posterior, puede tener úlceras pépticas. Estas son las úlceras en el estómago o el revestimiento intestinal que puede conducir a otros síntomas tales como hinchazón, náuseas, vómitos de sangre y causa, heces oscuras y alquitranadas.

Enfermedad de la vesícula. Los cálculos biliares y colecistitis son trastornos comunes que causan dolor abdominal superior que se extiende a la parte posterior. El dolor generalmente se produce después de las comidas y puede ir acompañado de hinchazón, náuseas y fiebre. El dolor puede ser tan severo que le despierta por la noche. Otros síntomas que sugieren la enfermedad de la vesícula biliar, incluyen coloración amarillenta de la piel, orina oscura y heces pálidas.

Problemas de riñón y vejiga. Piedras o infección en cualquier parte del sistema urinario pueden causar olas de dolores agudos en la parte posterior e inferior del abdomen. El dolor también puede irradiarse a la ingle o a los testículos. Otros síntomas incluyen urgencia frecuente de orinar, náuseas, vómitos, fiebre y escalofríos.

Pancreatitis. Las personas que tienen dolor agudo de pancreatitis, experiencia que comienza poco a poco o de repente en la parte superior del abdomen, a veces se extiende a través de su espalda. Este dolor puede ser leve, pero es más a menudo grave, y dura varios días. El paciente por lo general se ve muy enfermo, con síntomas como fiebre, náuseas, vómitos, sensibilidad en el abdomen y los pulsos rápidos. Por otro lado, las personas con pancreatitis crónica tienen síntomas similares, aunque pueden tener deposiciones aceitosas y la pérdida de peso también.

El síndrome del intestino irritable. Se trata de un trastorno gastrointestinal funcional caracterizado por los cambios en los movimientos intestinales, dolor abdominal bajo, hinchazón, moco en las heces, cansancio inexplicable, dolores de cabeza y otros síntomas de la ansiedad. Los dolores abdominales pueden irradiarse a la espalda, pero pueden ser aliviados por tener una evacuación intestinal.

Dolor Menstrual y cólicos de tipo menstrual. Los cólicos menstruales, endometriosis, quistes ováricos, uterinos (masas fibroides), embarazo ectópico e infección pélvica pueden causar calambres abdominales inferiores acompañados de dolor de espalda, dolor en las piernas, diarrea, náuseas, vómitos, sangrado vaginal, dolores de cabeza, debilidad e irritabilidad.

Cuándo consultar a un médico

El dolor abdominal que se extiende a la parte posterior puede tener varias causas y diferentes grados de malestar. Siempre es aconsejable consultar a un médico, especialmente cuando su condición se acompaña de otros síntomas que sugieren una enfermedad grave, como por ejemplo:

  • Progresiva, empeoramiento del dolor
  • Fiebre alta con escalofríos
  • Vómitos repetidos
  • Al pasar la sangre hacia fuera
  • Incapacidad para moverse a causa del dolor
  • Dolor de pecho

Si usted tiene cualquiera de estos síntomas, es posible que necesite atención médica inmediata. Sin embargo, usted no tiene que esperar a que éstas ocurran, su cuerpo puede enviar más señales de advertencia cuando el dolor se extiende desde una parte del cuerpo a otra. Consulte a un médico si el dolor es persistente o se produce de forma intermitente durante un largo tiempo.

Diagnóstico

Hay muchas posibles causas de dolor abdominal que se extiende a la parte trasera, incluyendo otros que no se han tratado aquí. El diagnóstico dependerá de la evaluación del médico, basado en las pruebas de historia clínica, el examen físico y de laboratorio. Estos pueden incluir exámenes de sangre, orina, exámenes de diagnóstico por imágenes (rayos X, resonancia magnética, tomografía computarizada, etc.) y los exámenes endoscópicos.