El adulto mayor que se encuentra crítica o crónicamente enfermo comúnmente tiene cierto grado de inmovilización (largas horas en cama, sillón, silla de ruedas). Reducir la movilidad puede resultar en un síndrome conocido como “Desacondicionamiento físico”, éste es quien causa grandes estragos en la recuperación y autovalencia de las personas mayores que han sufrido alguna enfermedad o dolencia.
¿Cómo reconocerlo?
Este síndrome se caracteriza por atrofia muscular, neuropatías por atrapamiento (enfermedades de los nervios periféricos que causan dolor o problemas sensitivos), alteración del sueño, osteoporosis, fibrosis y anquilosis (rigidez) articular, incontinencia, úlceras por presión (escaras), hinchazón, entre otras.
¿Cómo evitar estos problemas?
Para prevenir y corregir estas alteraciones, es necesario iniciar un programa de rehabilitación precozmente. Éste debe estar supervisado por su médico tratante y un especialista en medicina física y rehabilitación. Es crucial inicie el programa dentro de las primeras 24 a 48 horas del internamiento del paciente o del reposo.
¿Cómo debe ser el programa de rehabilitación?
El programa de rehabilitación debe iniciarse acompañado de un programa de soporte nutricional para asegurar la mejor utilización de los nutrientes. Al inicio, la terapia de rehabilitación se realizará en la habitación del paciente y conforme haya mejoría del cuadro de fondo se procederá a llevar al paciente al área de medicina física y rehabilitación, y por ultimo en forma ambulatoria y/o domiciliaria. El estar hospitalizado no es una excusa para no iniciar el tratamiento.
Converse con su geriatra o terapeuta físico de confianza, diseñen un plan que se adecue a sus necesidades y definan en equipo sus metas.
Escrito por:
Tepaeuta Físico