Qué será Madrid…

Por Masqueudos

…sin nosotras. Hace mucho que no escribo una crónica pero a veces merece la pena recuperar las buenas costumbres, compartir cinco o seis fotos en lugar de solo uno, recordar con imágenes y con palabras los momentos que nos hicieron reir y ser felices. Por qué no.

El viernes mi hermana y yo nos cogimos la maleta después de trabajar y a las tres horas estábamos en el metro intentando llegar a tiempo al concierto de Andrés Suárez. Al CONCIERTO de ANDRÉS SUÁREZ. Los trabajos de mantenimiento en la línea 1 nos llevaron casi al embarque al vuelo de Barcelona en el Aeropuerto de Barajas per , al final, no preguntéis como, llegamos. Y disfrutamos. Y cantamos. Y nos callamos cuando Andrés pidió por favor que todo el Palacio de los Deportes se callase para poder cantar sin micro, solo con guitarra y voz. Y cantó. Y nos emocionó, como solo emociona el que canta con el corazón en la mano y con el orgullo de tener sentados a sus padres en las gradas mientras se acuerda de su tierra, de sus amigos. De su pequeña historia.

Al día siguiente se unieron ala expedición las primas, y nos decidimos a conquistar Madrid por la parte mas sublime de cultura popular y contemporánea que ofrece la Gran Vía. No os digo mas. sacad vuestras propias conclusiones. Lo bonito fue que al terminar nuestra expedición se unieron las primas de Valladolid, ¡qué casualidades mas bellas! Y como teníamos mucho que contarnos y mucha lluvia de la que huir descansamos y comimos en un sitio muy chic durante mas de tres horas.

Después el día se puso tonto y en Madrid, como en la mayoría de sitios de España no saben andar con paraguas. Así que cansadas de escapar de las varillas, rebotar contra los viandantes y de que las calles estuvieran mas llenas que las propias tiendas del centro, reformulamos nuestro plan y decidimos apuntarnos a unas risas con JJ Vaquero e Iñaki Urrutia en el Teatro Alcázar. Qué planazo. Unas risas en bruto para compartir, sin duda alguna.

A la mañana siguiente las primas se fueron de expedición al Santiago Bernabéu a seguir cumpliendo planes castizos para una ciudad que se presta, y mi hermana y yo nos fuimos a algo menos original. Un paseo por Malasaña, por La Central y por la Plaza Mayor.

Al terminar nuestros eventos nos volvimos a reunir para comer, como manda la tradición. Haz lo que quieras pero no faltes a la mesa. Decidimos despedirnos de la ciudad en un mítico, la pizzería Maravillas de la Plaza del 2 de mayo, en Malasaña. Y con una pizza por comer, y muchas ganas de repetir pronto, no tanto por el sitio sino por la compañía, nos  subimos en el autobús y ya estamos de vuelta en nuestra querida Salamanca.

Hasta pronto, Madrid

Y tan pronto…