Para mí, estar comprometido, antes de nada significa hacerme una promesa a mí misma con el fin de lograr algo, que considero importante y cumplir esa promesa, a pesar de que a veces resulte especialmente difícil. Lo bueno está en comprometerte, que, al tomar la decisión de hacerlo, tu mente se prepare automáticamente para el reto, para todo tipo de dificultades, que pueden interponerse en tu camino hacia el logro de tu meta. Te mentalizas a llevar a cabo todo lo necesario, para obtener lo que quieres, para no abandonar tu sueño y enfrentarte a tus miedos, que no te dejan avanzar hacia él. Comprometerte hace posible enfocarte en las soluciones y no en los obstáculos, permite sentir la libertad de escoger entre cientos de posibilidades distintas, cambiar una por la otra, despedirte rápidamente de las que no funcionan y encontrar las que sí. Pero si comprometerse simplemente es una decisión de no perder el norte y actuar hasta conseguir tu sueño, entonces ¿por qué nos cuesta tanto? ¿por qué desistimos a menudo ya ante el primer obstáculo? ¿Y cómo un coach nos puede ayudar a que esto no vuelva a ocurrir? A menudo retrocedemos de medio, porque sólo nos sentimos seguros viviendo en el entorno que conocemos, que es previsible, aun estando consciente de que es malo para nosotros. A veces preferimos enfrentarnos antes con el seguro malo, que aventurarnos a experimentar el nuevo desconocido.¿ Pero no crees que sería más fácil por fin plantar cara al miedo, y dejar que el cambio ocurra, que esperar, hasta que el miedo de tu situación actual crezca hasta sobrepasar tu temor del cambio? ¿No te sentirías mejor escogiendo algo diferente, algo nuevo en vez de sentirte obligado a aceptarlo?
La clave está en sentir, que fuiste tú, quien logró los resultados y teniendo consciencia de tu plena capacidad, ya no existen miedos, obstáculos o problemas invencibles para ti. Por eso tengo la certeza, que el coach es el mejor acompañante que puedas tener en tu camino; porque te apoya sin estar dispuesto de asumir la responsabilidad de tu vida por ti. Y como él no lo hace, tendrás que hacerlo tú mismo; y desde el momento que lo hagas, tu vida por fin será totalmente tuyo, todas tus experiencias ganarán valor de aprendizaje y tus éxitos pasan a ser exclusivamente tus triunfos. Y como todo gran viaje, este también empieza con un primer paso: con comprometerte.