El navegador web es la ventana al mundo que representa internet. Es una herramienta fundamental en las PCs, smarphones, tablets y cualquier dispositivo que pueda conectarse a Internet y por ello es importante elegir el que más se acomode a nuestras necesidades, una tarea muy dificil de realizar hoy en día en un mundo donde todos se copian a todos. El uso de un navegador viene de aquellas pequeñas diferencias con respecto a otros.
En ese sentido ganaba sobre sus demás competidores porque en verdad era un navegador diferente: rápido, estable, y pionero de características que hoy en día vemos en todo navegador como el Acceso rápido, las extensiones (aunque no fue el primero, las hizo populares), herramientas como notas, marcadores, atajos del teclado, sincronización de cuentas... Una larga lista de aportes para uno de los navegadores más antiguos del mercado.
Claro, ahora es distinto, porque la rápida evolución de los navegadores hicieron que Opera no pudiera mantener el desarrollo de su motor Presto que alimentaba a su navegador por lo que optó por hacer lo mismo que los demás: usar como motor y copiar copiar y copiar del resto de lo navegadores. Y aunque esto no quita calidad al navegador (al contario, ésta mejoró más de lo que se podía) muchos extrañamos el antiguo Opera -el cual aún se puede descargar como una suite de internet que sigue recibiendo actualizaciones de seguridad -.
Es por ello que, aunque utilizo Opera como navegador principal, no pude evitar emocionarme al conocer sobre , el navegador de los desarrolladores de Opera, que decidieron separarse de esta empresa para apostar por su propio modelo.
es un proyecto creado por Jon von Tetzchner, ex-CEO de Opera, que busca recuperar el espíritu del que para muchos usuarios expertos ha sido uno de los navegadores punteros, aunque siempre con una cuota de mercado minoritaria, es decir, un navegador infravalorado. Esta vez, Para lograr su objetivo, se apoya en el motor Blink de Google.
Vivaldi trabaja y se desarrolla a un buen ritmo y aunque es muy estable, tiene todavía por delante un trabajo importante para mejorar hasta llegar a su versión definitiva.
Decidí esperar a que el navegador se encuentre bastante avanzado para hablar sobre él a fin de que Podamos descargarlo e instalarlo con total tranquilidad.
Abrir Vivaldi por primera vez me produjo una suerte de sentimientos encontrados: desde su instalación hasta que realizamos nuestra primera búsqueda nos trae a la mente aquél Opera con Presto en cuanto aspecto y estética.
Viejas herramientas del Opera desechadas en la versión de Chromium aparecen en Vivaldi como la barra lateral con marcadores, descargas y configuración. Adicionalmente también trae otras características que comparte con Opera como los gestos del ratón
La posibilidad de volver a apilar las pestañas (definitivamente la cosa que más extraño en Opera) renace en ahora con un extra: Ahora ambas son visibles a través de una vista dividida la cuál te permite trabajar en dos pestañas a la vez sin abrir otra ventana del navegador.
Chromium con piel de PrestoEs cierto que el diseño está pensado para aquellos usuarios que extrañan el Opera 12, aún cuando contiene aspectos propios de un navegador basado en Chromium como las extensiones, la administración de tareas o simplemente borrar el historial así como el hecho de que tampoco incorpora soporte ahora mismo para Java. Vivaldi Es un navegador de escritorio, por lo que no tenemos versiones para smartphones o tablets, una desventaja si utilizamos diferentes dispositivos, (aunque no duden que ya esté en desarrollo una versión movil).
Debo darle un punto extra a la estética, ya que la pestaña se adapta al color principal del sitio web en cuestión. Una exquisita habilidad que permite diferencias con la vista la pestaña en la cuál estás trabajando y diferenciarla de las demás. En verdad sorprende lo extremadamente personalizable que puede llegar a ser .
Unas funciones que me han llamado bastante la atención son las acciones de página que nos permiten realizar todo tipos de cambios a las páginas: desde bloquear contenidos hasta controlar la carga de imágenes, cambiar la letra e incluso su fuente entre otros. Respetando el espíritu del viejo Opera, Vivaldi nos ofrece la posibilidad mover la barra de marcadores a cualquier lugar, además de tener un aspecto diferente según decida cada uno de sus usuarios.
Al ser una versión Beta resulta evidente que tiene mucho camino por recorrer y perfeccionarse aún cuando presenta una beta muy convincente. La falta de sincronización con nuestra cuenta de correo, tienda de extensiones, versión móvil y el no poder (aún) sincronizar nuestro navegador con otros ordenadores son herramientas cuyas faltas pesan a la hora de utilizarlo.
A pesar de todo, podemos destacar su bajo (en serio, increíblemente bajo) consumo de memoria el cuál es mucho menor en comparación con navegadores líderes como Chrome y, sobre todo, Firefox, que parece el menos eficiente de los tres en este aspecto.
Según el sitio , ya acerca los valores de su benchmark a los del actual líder Google Chrome, e incluso los supera en algunos tests como Kraken. Algo que ya dice demasiado de Vivaldi a pesar de estar en fase beta.
El recorrido es largo, pero hasta ahora es perfecto, lo cuál hace a Vivaldi una excelente opción para ser nuestro navegador principal en un futuro.
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