Hoy os traigo una receta francesa, quizá una de las más conocidas, una quiche de verduras a la que le tengo especial cariño. Fue el primer bocado que tomé al llegar a Marsella las vacaciones pasadas. Marsella es una ciudad que cautiva, es bella, decadente y azul, una combinación que para mi gusto, garantiza un éxito asegurado. Las vacaciones fueron increíbles, y pude tomar multitud de dulces y pasteles salados que tanto me gustan. Este es algo diferente al que tomé allí, pero igual de bueno.
INGREDIENTES
Para la masa:
200 gr. de harina.
50 gr. de mantequilla fría.
50 ml de aceite de oliva.
50 ml de agua.
1 Cucharada de hierbas provenzales.
1 Cucharadita de sal.
Para el relleno:
3 Huevos.
250 ml. de nata para cocinar.
50 gr. de guisantes.
2 Zanahorias.
4 Espárragos.
1 Puerro.
100 gr. de judías verdes.
1 Cucharadita de perejil picado.
Sal y pimienta.
- En un cuenco grande mezclamos la harina con la mantequilla y las hierbas provenzales hasta conseguir una textura similar a las migas. Añadimos entonces el aceite y el agua y seguimos amasando hasta formar una bola que podamos manejar bien. Tapamos y dejamos reposar.
- Pelamos y cortamos en rodajas las zanahorias y el puerro, en trozos las judías y los espárragos. Ponemos una olla al fuego con agua salada y cuando comience a hervir, añadimos las verduras. Cocemos durante 5 min. y escurrimos. Dejamos enfriar. Batimos los huevos con la nata y salpimentamos.
- Precalentamos el horno a 180ºC. Con ayuda de un rodillo, estiramos la masa dando forma similar al molde que vamos a utilizar y la vamos adaptando a éste. Rellenamos con las verduras y cubrimos con la mezcla de huevo batido. Horneamos unos 30 min. o hasta que comience a dorarse.
Un pastel sencillo y lleno de sabor, resulta una forma estupenda y diferente de tomar verduras, sobre todo para las personas a las que se les resisten un poco. Podemos añadirle un poco de queso curado rallado, que le aportará un toque más intenso.
Una receta estupenda para almorzar o llevar de excursión, es fácil de transportar y se puede tomar tanto caliente como frío. Lo podemos acompañar de hierbas aromáticas frescas y salsa de tomate o mostaza, sobre todo quienes afirman que las verduras son sosas, a mí me encantan, con lo que prefiero tomarlo solo.
Podéis utilizar un molde alargado como éste, o uno redondo más tradicional, incluso repartir la masa y realizar tartaletas, que son más sencillas de transportar o de servir en la mesa si tenemos invitados, eso va en gustos, a mí me encanta sacar a la mesa un gran pastel y repartirlo a los comensales antes que presentarlo en formato individual.
Espero que os guste esta quiche con aire francés, y ahora que ya parece que comienza el frío comenzaré con la temporada de pasteles salados, que ya no da tanta pereza encender el horno, verdad?