¿Quieres cambiar un mal hábito? ¡hazte buenas preguntas!

Por Salutis @MariaSalutis

¿Por que es importante hacerse buenas preguntas?
Uno de los bloqueos mas frecuentes que encuentro en las personas que desean cambiar sus hábitos ya sea dejar de fumar, comer de más, vivir estresados, etc. es que comienzan haciéndose malas preguntas.
Recuerdo el caso de una mujer que llevaba más de 20 años arrastrando un exceso de peso. Y cuales eran tus preguntas:
“¿Por qué no adelgazo?” “¿Por qué engordo y mis compañeras no?”
Sus respuestas eran del tipo: “Me engorda todo, mi metabolismo es lento, tengo mucho trabajo, a mi marido no le gusta pasear, etc., etc.”.
Daba la sensación de que esta mujer estuviese echando balones fuera, y que partía de las malas preguntas que se estaba formulando. Preguntas hechas desde la desesperación y el victimismo, que no apoyaban su objetivo: “¿Por qué a mi? ¿Por qué no adelgazo...?"

Una vez escuché que si uno se hace preguntas necias obtendría respuestas necias y  no puedo estar más de acuerdo.

¿Crees que esas preguntas ayudaban a esta mujer a enfocarse en la solución a su problema? ¿Dónde le enfocaban las respuestas que obtenía?
Pues justamente en aquello que no quería: su preocupación, su exceso de peso, su desesperación, etc.
En el Coaching creemos que es imposible movilizar un cambio de conducta si no se formulan preguntas que te dirijan hacia la solución y no el problema.
¿Y quién formula  las preguntas? 
La indagación parte de nuestra mente. Nuestra mente consciente (o razonable) abarca sobre un 10% de nuestra capacidad mental. Pero también existe nuestra mente inconsciente, que actúa automáticamente y que dirige más del 90% de nuestras percepciones, pensamientos y creencias. Esta parte de la mente además responde a evocaciones y conceptos muy claros y no entiende las negaciones.
Haz la prueba: no pienses en un plátano, no pienses en un limón amarillo deshaciéndose en tu boca... Si te enfocas con intensidad en no caerte a la piscina, ¿Qué crees que sucederá? cuanto más pienses en no caerte, ahí se dirigirá tu energía y .plof.! , te caerás seguro.
Para cambiar nuestro cerebro necesita hacerse preguntas que nos enfoquen en aquello que sí queremos.
¿Y como se formulan preguntas que funcionen?
Haciendo "preguntas potentes". La pregunta potente es aquella que tiene la capacidad de despertar soluciones y movilizar al cambio. Aquella que indaga de forma respetuosa en el pasado, en lo que ha funcionado. 
1. Para conseguir cambios positivos comienza por hacerte buenas preguntas:
En el caso de esta mujer con sobrepeso necesitaría clarificar que pensaba respecto de su mal hábito con la comida. Hacerse preguntas que la enfocasen hacia lo que deseaba lograr,.por ejemplo, comer mejor, moverse, verse capaz, etc.

  • ¿Cuál es mi visión de lo que deseo conseguir? 
  • ¿que energía quiero sentir mientras como, después de comer? 
  • ¿Cómo me imagino con 8 kg menos?


Este razonamiento lo puedes hacer con tu cuerpo, con tus relaciones, con tus finanzas, etc. ¿Qué pienso de la gente sana, con dinero, con amigos, etc.?, ¿Cómo se relacionan con la  comida, su economía, la gente? 
2.  No te enfoques en los "por qués". La mayoría de las preguntas se enfocan en los “por qués”… Pero es necesario indagar también en los “para qués y en los cómos”…

  • ¿Para que quiero adelgazar?
  • ¿Qué ventajas supondría para mi estar mas ligera?
  • ¿Cómo cambiaría mi relación con los demás, mi vida?

3. Si te haces buenas preguntas y no consigues lo que deseas puede que exista un conflicto en tu interior Si quieres adelgazar, divertirte, etc. pero una parte de ti piensa que no te lo mereces, si quieres tener dinero, ser libre financieramente, ser amada, pero una parte de ti te dice que “no puedes”, "no lo mereces", etc. entonces necesitas descifrar el conflicto que habita en tu subconsciente y lidiar con la incongruencia (algo de lo que seguiremos hablando en otro post).
Para ser congruente primero hay que ser consecuente entre lo que se piensa y lo que se hace: P. ej. si digo  “Quiero una buena relación” pero no me comprometo con nadie…., nunca la voy a tener!!.  “Quiero adelgazar” pero no busco ayuda, no pruebo otras formas, me excuso, etc.… así nunca lo conseguiré.
Comenzar a hacerme buenas preguntas podría comenzar por saber:

  • ¿Cuándo he estado mas delgada en el pasado?
  • ¿Qué me funcionó?
  • ¿Por qué ahora sería un buen momento para comenzar?
  • ¿Cómo voy a comer mejor, ejercitarme mas, aprender a cocinar sano?

Para conseguir lo que quieres debes preguntarte por lo quieres y como lo vas a conseguir, no por que te sucede lo que no quieres.
Nuestras malas preguntas pueden mantenernos encadenados a malas rutinas que atrofian mente y cuerpo, dándonos la sensación de que nunca  podremos cambiar. Por ello, comencemos a cambiar la forma de preguntarnos.
¿Qué preguntas te haces? ¿En que te enfocan?
Una vez que te respondas a ellas, diseña un sencillo plan y ACTÚA!