El trencadís es una variante del mosaico que se realiza con fragmentos cerámicos unidos con argamasa. Es una técnica arquitectónica utilizada durante el Modernismo Catalán. Antonio Gaudí fué su máximo exponente. El trencadis utiliza fragmentos y desechos de cerámicas y otros materiales, ofreciendo una gran vistosidad cromática con el uso de baldosas esmaltadas.
A Antonio Gaudí le interesaba el trencadís por varias razones: Su efecto óptico: El reflejo del sol sobre las baldosas hacía que parecieran estar vivas o en movimiento y por otro lado los vivos colores ofrecían una imagen más alegre de la ciudad a principios del siglo XX. Su improvisación: el trencadís es un proceso espontáneo y creativo que no requiere de la existencia previa de un dibujo o diseño. Una frase de Gaudí era: “A puñados se tienen que poner, si no, no acabaremos nunca”. La posibilidad de reciclaje: le atraía la idea de encontrar un segundo uso a los desechos que encontraba por las calles, en las fábricas de construcción o en sus paseos por la playa. Renovar y darle otro uso ”Nuevo” a los elementos lo convierte en el primer hombre preocupado e interesado por el reciclaje de nuestra era.
Conocer la técnica del trencadís ofrece:
1. A nivel individual: conocimiento y aplicación de la técnica; satisfación inmediata por su sencillez; diversión asegurada; apertura de mente a nuevas artes y texturas; desarrollo de la cretaivad; relajación a través de la cromoterapia; manifestación de inquietudes y sensaciones gracias a la espontaniedad del trencadís.
2. A nivel de grupo: si el grupo trabaja de forma individual, el trencadís ofrece un momento común de placidez, creatividad y superación para cada uno de los participantes.Es una actividad didáctica y divertida al mismo tiempo. Si el grupo trabaja colectivamente, éste se ve reforzado por el apoyo mutuo en circunstáncias poco habituales. Afloran cualidades que no son visibles en un puesto de trabajo convencional y que ofrece una importante información para el colectvo o la empresa.