Quinta da Muradella Alanda 2009

Por Jgomezp24

Fijaos en la parte baja de la etiqueta: Jose Luís Mateo. Viticultor, se lee. Siempre me ha sonado a ese "Mark Angeli. Paysan" de las botellas de uno de mis preferidos. No llama mucho la atención pero ahí está la palabra como declaración de intenciones. En las botellas de Mateo destaca algo más que en las de Angeli: cuerpo de letra distinto, inscripción centrada en la etiqueta, cambio de color. Significativo, claro: viticultor en Monterrei. Paco Berciano, que de esto sabe un rato más que yo, escribió ya sobre los detalles del trabajo de Jose Luís. Así que, hoy, os ahorro esos párrafos. Bebo, hace ya tiempo, sus vinos y siempre me ha gustado mucho su manera de hacer: la botella refleja el entorno y la añada. No hay más. Ya sabéis, además, de mi pasión por las variedades autóctonas de cada zona. Y un tipo que se propone ofrecer una imagen fiel del terruño a través de sus vinos y que las uvas reflejen realmente lo que son (imperfecciones, matices, características, tipicidad, todo ello por encima de los aspectos técnicos), me llama la atención.
Si además trabaja con zamarrica, verdello (tinta y no), brancellao, sousón, Dona blanca, Monstruosa de Monterrei, treixadura, etc., mi interés aumenta. Pero la cosa fue ya a mayores cuando le conocí en persona: el 24 de marzo de 2010, en Can Ràfols dels Caus. Era uno de los invitados de Carlos Esteva en su, ya clásico, "Doce autores y sus vinos". Es una manifestación donde pruebas vinos importantes pero, sobre todo, puedes hablar con cierta tranquilidad con los productores. En esta ocasión Breuer, Gauby, Huber y Mateo compusieron un conjunto casi único: pasión y conocimiento profundo de la tierra, trabajo serio, juventud, discreción, amor por las uvas de su zona. El blanco de Quinta da Muradella (el nombre de la bodega familiar de Mateo) es el Alanda y no sé de su capacidad de envejecimiento: siempre lo he tomado joven. Fruto de un ensamblaje de treixadura, verdello, Dona blanca y Monstruosa, tiene 13% y conviene tomarlo sobre los 9-10ºC. Es un vino blanco que sabe a campo y a monte bajo: romero, hinojo silvestre, hierbaluisa. Es un vino fresco y lineal, pero con cierta complejidad de las lías. No tengo detalles de la vinificación pero parece haber sido muy levemente filtrado (si lo ha sido...). Es un vino austero, sin concesiones y con el sabor de las levaduras de sus cepas y uvas. Tiene un punto de acero y de mordiente muy atractivo para pescados como el rape. Lo tomé con unas colas hechas al horno con aceite, naranja y laurel y combinó de maravilla. Se puede comprar sobre los 12 €. A no dudarlo: se trata de una bodega y de un viticultor a tener muy en cuenta.

PS. Los detalles más personales de la manera de hacer vinos de Jose Luís los recojo de su propia redacción, en el catálogo del encuentro en que le conocí. La foto de Jose Luís procede del blog de Paco Berciano.