Quiso abusar sexualmente de una mujer tras someterla en estado de hipnosis

Por Endi Bresci @EndiBresci

Hola a todos quiero compartir con vosotros una noticia publicada el 01/10/2013 donde  contan el  clásico  caso  que  explica que el estado de  hipnosis no es  un  signo  que  el hipnotista (no puedo considerar este criminal mi colega hipnoterapeuta)  nunca  tiene  el  total control de  la  persona.
Es el paciente que elige si dejarse ir  o no.

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Fuente: http://www.eldiario.ec/noticias-manabi-ecuador/286869-quiso-abusar-sexualmente-de-una-mujer-tras-someterla-en-estado-de-hipnosis/

Quiso abusar sexualmente de una mujer tras someterla en estado de hipnosis

Timothy Porter, de 40 años, fue arrestado luego de que supuestamente tratara convertir a una mujer en su esclava sexual luego de someterla a un trance.

El hombre fue hasta 2012 soldado de la Fuerza Aérea Real del Imperio Británico.

Según la prensa internacional, luego de aprender el arte de la hipnosis, ofreció sus servicios para curar diversos problemas psíquicos, como los trastornos de ansiedad.

Una de sus primeras “pacientes” fue una mujer casada, cuya identidad no fue revelada. Quería bajar de peso, pero no podía debido a su ansiedad.

Una vez que ya habían transcurrido varias sesiones, el ex militar apareció súbitamente en la casa de la mujer, precisamente una noche en la que sabía que su marido estaría afuera. Entonces le ofreció inducirla a un estado de hipnosis mucho más profundo que los anteriores, que sería más efectivo para tratar sus problemas.

La mujer sintió que algo andaba mal, pero decidió seguirle el juego y se acostó en el sofá. Tras algunas palabras introductorias, Porter comenzó a repetir: “Yo soy tu amo, tú eres mi esclava sexual”.

Acto seguido, la hizo desnudarse y empezar a tocarse los senos, mientras él se masturbaba.

Pero ella despertó de su estado y corrió hasta la cocina. Porter intentó retomar la sesión, pero ella se negó y llamó a la policía.

Cuando lo detuvieron y comenzó el juicio, él alegó que la mujer había actuado por voluntad propia, ya que él no la había “obligado” a nada.

Porter fue condenado a 18 meses de prisión.