Uno de los arquitectos españoles más importantes y de gran influencia internacional es Rafael Moneo, ganador del Premio Pritzker en 1996 y el Premio Príncipe de Asturias de Las Artes en 1912, como ejemplos de algunos de los numerosos galardones y reconocimientos con que ha sido distinguido. Es considerado uno de los diez mejores arquitectos a nivel mundial.
Sus proyectos rozan lo artístico, se integran en el entorno y se orientan a la sociedad aportando valores culturales y cívicos. Con arquitectos como él,la arquitectura recupera su lugar en Las Bellas Artes (Pintura, Escultura y Arquitectura). Hablamos de un Artista – Arquitecto que ha sabido integrar sus obras tanto en la ciudad como en áreas más rurales, haciendo que formen parte de ellas, se integren, aportando a su entorno y habitantes diversos valores en función de su ubicación y la historia del lugar.
Geometría y luz natural: la terminal del AVE, como símbolo de la actualidad ferroviaria española, fue diseñada por Moneo teniendo en cuenta la modernidad del tren de Alta velocidad, reflejando la alta tecnología al servicio de las comunicaciones, la libertad, la rapidez de conexión con otros puntos geográficos y, en definitiva, la fácil apertura al mundo.
El arquitecto español también ha proyectado Centros de Arte y Museos y, no olvidemos, que en su juventud fue becado en la Academia de España de Bellas Artes en Roma. Sus facetas de arquitecto y artista son inseparables de su necesidad de satisfacer las necesidades espirituales de las gentes que viven y visitan la ciudad; para Moneo, la urbe tiene una continuidad histórica, nunca está terminada y en sus Museos se guardan y muestran las grandes obras artísticas.
Y la ciencia, uno de los bienes culturales más importantes en una sociedad avanzada, también es de gran interés e importancia para Moneo, consciente de la importancia en su difusión y conservación para las generaciones presentes y venideras.
Foto Museo de La Ciencia de Valladolid
El Museo de la Ciencia, de Valladolid, es un conjunto arquitectónico diseñado para respirar y mostrar Ciencia: en él coexisten la tecnología, alto diseño arquitectónico, arte y ciencia. Un prodigio en el que también colaboraron Enrique de Teresa y otros junto a Moneo. Construido respetando la fachada de la antigua fábrica de harinas de El Palero (y que alberga la exposición permanente del Museo), el magnífico y complejo conjunto se refleja en el río Pisuerga donde su imagen se mueve resaltando la idea de flujo y movimiento: la ciencia avanza y el Museo, con sus exposiciones temporales, conferencias, etc., muestra los fundamentos y avances científicos de una forma dinámica e interactiva para facilitar la comprensión de los visitantes, contando también con salas didácticas diseñadas para la población infantil como La Sala de los Niños a la que se accede gratuitamente los fines de semana y dispone de monitores que introducen a los mas pequeños en el mundo de la ciencia. Visita virtual al Museo de La Ciencia, Valladolid
Así como el Pisuerga pasa por Valladolid, la cultura científica programada para todos los públicos llena las instalaciones y salas permanentes y temporales del Museo de la ciudad castellana, integrado perfectamente en el paisaje, que comunica con la Casa del Río a través de la magnífica pasarela peatonal del Museo. Antonio Serra Junior