Rafael Moneo: «Me encantaría proyectar una plaza de toros» – ABC.es

Por Arquitecturas @arquitectonico

Rafael Moneo. Foto: EFE / ABC.es

Toros

El famoso arquitecto pronunciará el Pregón Taurino en la Maestranza de Sevilla el Domingo de Resurrección.

ANDRÉS AMORÓSMADRID

En el mundo entero se le reconoce como uno de los más importantes arquitectos actuales. Menos conocida, sin embargo, es su afición a los toros: el próximo Domingo de Resurrección, Rafael Moneo va a pronunciar en Sevilla el tradicional Pregón Taurino, que organiza la Real Maestranza de Caballería. Con este motivo, charlo con él, para ABC.

—Alguien que ha trabajado en Dinamarca, en Los Ángeles, en Harvard, no es precisamente un castizo. Pero te gustan los toros.

—No hace falta ser un castizo para que a uno le guste la Fiesta. Tú lo sabes de sobra. Yo nací en Tudela y, allí, desde que era niño, el toro estaba muy presente. Como tantos niños, yo jugaba a los toros y estaba interesado por los encierros.

—¿Llegaste a correrlos, alguna vez?

—¡Por supuesto! En mi pueblo, entonces, se corrían vacas: los jóvenes pasábamos miedo y disfrutábamos, venciéndolo. Sufrí alguna voltereta, en los encierros de Cascante. También los corrí en Pamplona, desde los 17 años a los 25.

—¿Ibas también a las corridas?

—Sí: recuerdo haber visto torear a Manolete, en Tudela y en Huesca. Entonces esto era normal, no suponía ninguna singularidad ni compromiso ideológico.

Rafael Moneo en 2009 - Foto: Wikipedia

—¿Te consideras aficionado?

—He mantenido siempre la afición, el interés por la Fiesta, pero no de asistir muchas tardes. He ido a los toros, sobre todo, en San Fermín y en San Isidro, con amigos; también, cuando seguía a algún diestro que me interesaba especialmente.

—¿Cuáles han sido esos toreros?

—Antonio Ordóñez, por la suavidad, la naturalidad, el temple; Paco Camino, por el mando; Antoñete, por el sentido de las distancias, algo tan importante para un arquitecto; ahora, José Tomás, por la sensación que transmite de estar solo con el toro, olvidándose del público.

—La Tauromaquia tiene que ver con la arquitectura: también es un arte.

—Creo que sí: sobre la base de una técnica, de una destreza en el oficio, permite una expresión personal.

—Y aspira a crear belleza.

—Eso es más complejo: no se trata sólo del respeto a un canon, sino de la búsqueda de una plenitud, de un momento en que coincidan plenamente los placeres sensuales y mentales, permitiendo salir a otras vías…

—Eugenio d’Ors aplicaba a los toros los tres estilos de la arquitectura griega: el dórico, de extrema severidad, con Manolete; el corintio, en toreros con muchos adornos; el jónico, de equilibrio clásico, con Domingo Ortega. ¿Crees que se puede hablar de estos estilos en el toreo?

—¿Por qué no? Ahora, José Tomás estaría más cerca del dórico. Lo de Domingo Ortega me parece adecuado, pero también se podría pensar en el estilo jónico del toreo rondeño, o de Luis Miguel, por su dominio…

vía Rafael Moneo: «Me encantaría proyectar una plaza de toros» – ABC.es.