El informe señala que, tras culminar la carrera de Sochi, el finlandés se encaró con Marco Matiacci y le manifestó que está comprometido con la escudería, pero no es capaz de hacer un mejor trabajo porque su coche no funciona correctamente. Como respuesta inmediata, Räikkönen contará con un nuevo chasis para la carrera de Austin.
Desde el primer test de pretemporada, Räikkönen se quejó del F14T, en especial de su suspensión delantera tipo pull rod, la cual se adaptó según el estilo de pilotaje de Fernando Alonso. También los frenos con tecnología by wire han sido instalados con un patrón de comportamiento particular que perjudica sus sensaciones. Además, se indica que el piloto finlandés ha actuado como todo un profesional y ha evitado caer en polémicas, en buena parte porque James Allison, con quien trabajó en Lotus, le ha prometido que será parte importante de la nueva era del Cavallino Rampante.