Reacciones alérgicas

Por Blogdefarmacia.com

Reacciones alérgicas

La alergia es una reacción de hipersensibilidad del sistema inmunológico ante determinadas sustancias o partículas que si se ingieren, inhala o toca produce reacciones y síntomas característicos.

Entre sus causas los factores ambientales y la propia genética pueden jugar un papel fundamental.

El sistema inmunitario normalmente protege al cuerpo de sustancias nocivas como las bacterias y  virus. La sustancia a la que se es alérgico se denomina “alérgeno”, y los síntomas provocados son definidos como “reacciones alérgicas”.

Pero en una persona con alergias, la respuesta inmunitaria es hipersensible. Cuando el sistema inmunitario reconoce un alérgeno, libera mediadores químicos como las histaminas, que lo combaten. Esto provoca la infinidad de síntomas como urticaria, dermatitis atópica, rinitis, conjuntivitis, sinusitis, hinchazón con edemas y eritemas, producción de moco con secreciones nasales, lagrimeo, espasmos musculares, ronchas, erupción cutánea y otras reacciones que varían de una persona a otra dependiendo del nivel de reactividad del sistema inmune.

Existen miles de sustancias capaces de provocar estas reacciones pero entre las más comunes tenemos: polen, ácaros del polvo, animales domésticos, hongos, alimentos como el chocolate, pescado y mariscos, medicamentos, picadura de insectos, metales entre otros.

Determinadas alergias, como por ejemplo la alergia al polvo, a los animales o a los alimentos, pueden manifestarse durante todo el año sin tener periodos limitados.

Otras alergias, como por ejemplo la fiebre del heno (alergia al polen), aparecen sólo en determinados períodos del año marcando una estacionalidad para las mismas.

A modo de consejo el paciente debe fijarse en las condiciones ambientales que le rodean (residencia, trabajo, animales, etc.), y en los factores desencadenantes de los síntomas y antecedentes familiares de alergia. En general deben evitarse situaciones que de forma reiterada nos provoquen reacciones, evitar el contacto con el alérgeno es la mejor manera de prevenir la alergia, sin embargo, no siempre es posible.

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