El calor de verano, las altas temperaturas y los constantes sudores producen reacciones en la piel que pueden ser muy molestas. A veces no son de riesgo elevado pero tienden a provocar una incomodidad durante todo el día que lleve a un malestar general. Tener claro cuáles son las causas así como intentar evitar que se produzcan ayuda a que sea más llevadero.
Una de las reacciones más comunes y que mayor preocupación causa es la aparición de ronchas en la piel al sudar. Muchos tienen la creencia de que se trata de una alergia al sudor, pero no es así. Es una reacción natural producida al incrementar la temperatura corporal de la piel, también debida a una mala transpiración del cuerpo. No es descartable que también se produzca por temas del sistema nervioso como puede ser un cúmulo elevado de estrés, a veces provocado durante una tarea intensa o la realización de ejercicio. Ante estas situaciones lo mejor es consultar con un especialista en alergias.
Con el calor de verano, estas marcas en la piel normalmente se producen nada más empezar a sudar. Son molestas ya que provocan irritación y una pequeña picazón. Además pueden durar hasta una hora después de haber alcanzado una temperatura corporal normal. Una ducha fresca puede ayudar pero no siempre es efectiva. El uso de ropa ajustada acentúa esta reacción y la hace más persistente.
Pese a no considerarse una alergia como tal, si los síntomas no repercuten al cabo de poco tiempo o se producen con bastante frecuencia, suele recomendarse el uso de antihistamínicos para que se consiga aliviar la zona afectada.
Aunque no nos demos cuenta habitualmente, en la ropa que vestimos o en los productos que nos echamos por el cuerpo pueden encontrarse alérgenos. Estos tienen una liberación más fácil cuando empezamos a sudar, de ahí que con el calor del verano se incrementen las posibilidades de sufrir una dermatitis de este tipo.
El calor de verano invita a refrescarse constantemente pero si se sufre de problemas de dermatitis o transpiración de la piel, el cloro de la piscina puede acentuar la enfermedad. Por eso es más recomendable realizar el baño en agua salada de mar. No todo el mundo tiene la posibilidad de hacerlo, pero en caso de tener esa suerte, es mejor optar por esta opción.
Una situación de mucho calor puede provocar una reacción de gran ansiedad en el cuerpo, debido al agobio interno que genera. Esto deriva en todos los síntomas habituales, llegando a producir mareos o desmayos así como sentir un gran agotamiento muscular, dolor de cabeza o aumento del pulso cardíaco. Además pueden aparecer sarpullidos en la piel derivados de esta circunstancia.
Cuando estas reacciones ante el calor se incrementan demasiado y no parecen remitir, lo mejor es acudir a un centro médico para realizarse una prueba alérgica de la piel y tener un cuidado más intensivo y exhaustivo de nuestra salud.
(Fuente: SmartSalus)