Fuente: Real Madrid
El "Coliseo Blanco" estaba preparado para presenciar el evento que enfrentaría al Real Madrid con el Girona. Los visitantes llevaban 10 partidos sin ganar y salieron a hacer daño al equipo blanco desde el primer minuto del partido. El Real Madrid intentó hacer su juego y quiso sorprender desde el momento en el que Guillermo Cuadra, el árbitro principal, pitó el inicio.
El equipo blanco dominó la posesión del balón durante la primera parte, Karim Benzema, Toni Kroos, Daniel Ceballos y Marco Asensio protagonizaron las primeras jugadas de peligro. En el minuto 17, Lucas Vázquez estuvo cerca de encajar el primer gol al colarse entre la defensa rival, tras hacerse un autopase de gol. Todos sus esfuerzos fueron frustrados tras la espectacular parada de Bono, el portero del Girona. El Madrid mantuvo la presión en el área rival y creó sucesivas ocasiones de gol que no llegaban a completarse, cuando los de Girona se acercaban al área blanca, Courtois aseguraba la situación. El gol del Madrid se materializó a los 25 minutos del partido, Casemiro que venía de marcar en el derbi ante el Atlético de Madrid, remató de cabeza tras una asistencia de Toni Kross.
Cuando el cronómetro rozaba los últimos 5 minutos del partido, Lucas Vazquez, Marcelo y Benzemá asediaron al Girona con numerosas ocasiones de gol. Cerca del 44', Marcelo hizo un espectacular remate que mandó el balón al fondo de la red, pero su gol fue anulado por fuera de juego. De esta manera, el Real Madrid se iba a los vestuarios con el marcador a su favor.
En la segunda mitad, los jugadores del Girona salieron más concienciados con sacar el partido adelante y el Real Madrid parecía jugar con mucha más confianza. En el minuto 58, Solari decidió sustituir a Lucas Vázquez por Vinícius (el brasileño no jugó el partido completo para descansar un poco). El Girona se mantenía fuerte y continuaba presionando al equipo local. En una de esas jugadas de presión, cerca del minuto 64, Luiz D. realizó un disparo que desafortunadamente topó con la mano de Sergio Ramos, a lo que el colegiado sentenció penalti a favor del Girona y tarjeta amarilla para Ramos.
El primer gol del Girona fue fruto de un penalti que Christian Stuani convirtió, tras engañar a Courtois. Solari pensó que era el momento adecuado para hacer otro cambio, así que retiró a Marco Asensio por Gareth Bale. Minutos después, Portu (Girona) realizó un disparo que se se estampó contra el larguero, el Bernabeu se quedó mudo la esta ocasión. Solari siguió haciendo cálculos, y finalmente agotó todos los cambios al sustituir a Mariano por Ceballos. El segundo gol del equipo visitante surgió de un rechace de Courtois que dejó el balón dentro del área, Portu estaba bien posicionado y no dudó en rematar de cabeza hacia la esquina inferior derecha.
El Girona jugaba muy bien para ser un equipo que está en la cola de la tabla clasificatoria y el Madrid siguió buscando el gol con el fin de arreglar un partido roto. Vinícius (que no ha marcado en ninguno de los 12 últimos partidos que ha disputado) probó a realizar varios tiros sin suerte. El tiempo se le echaba encima al equipo merengue y los del Girona aguantaban con elegancia sus sucesivos ataques.
Cerca del minuto 88, Casemiro vió la amarilla por una entrada peligrosa. Dos minutos después el Real Madrid realizó un ataque que Sergio Ramos quiso finalizar con una chilena. El intento de chilena de Ramos le costó la segunda amarilla y tuvo que abandonar el terreno de juego dejando a su equipo con uno menos. El árbitro decidió que se jugarían 4 minutos adicionales. Llegando al final del tiempo añadido, Toni Kroos tenía que centrar el balón al área rival desde un saque de esquina. Una oportunidad que Courtois no quiso desaprovechar y se sumó al ataque para rematar de cabeza (se le da muy bien superar a la defensa), Kroos le puso el balón en la cabeza pero su remate salió por encima de corner. No dio tiempo para más, Guillermo Cuadra miró su reloj y pitó el final del partido.