Inmediatamente les dije que sí, que contaran conmigo, emocionada, honrada e ilusionada. Pero ésa ilusión de los primeros momentos conforme fueron pasando los días, se convirtió en una gran responsabilidad; sin darme cuenta había recaído en mi la transmisión de las recetas no sólo de mi madre, mi abuela y mi bisabuela, sino por ende, también de todas aquellas mujeres de su época que enseñaron su forma de cocinar, de generación en generación, de madres a hijas….
He de reconocer que tuve momentos de desasosiego pensando no estar a la altura, por no ser capaz de transmitir ésa herencia recibida: la cocina marenga, de ésas mujeres, mujeres del rebalaje, mujeres de la mar, de éste lugar donde están mis raíces maternas: El Palo
Tras una primera reunión con Antonio Clavero y Luisa Balbín, (gracias Luisa por todo, por tanto),
Recetas que son conocidas, publicadas en otros blogs, en libros de cocina malagueña, que son populares y tradicionales, pero a las que les aporto condimentos muy especiales que las hacen muy particular: vivencias, recuerdos, memoria, añoranzas (que no tristezas) e historia…historia de ellas, de mis mayores, ya que “Recetario Marengo” que se presentó el pasado día 19, recopila cómo cocinaba mi madre, Francisca, a ella la enseñó mi abuela de quién por cierto toma el nombre mi blog, ella se llamaba Maria del Carmen Rosa.
Hice igual que su padre José “El Rosilla”, a una de sus jábegas le puso Mercedes por una de sus hijas, a otra, a la más grande Maria del Carmen, en la que eran jabegotes mi abuelo Juan Antonio y mis tios, sus hijos, Antonio y Pepe “los rosillas”.
Muchas de las páginas de la historia de Málaga, de nuestra historia se escribieron en la mar; el mar siempre ha inspirado a la humanidad, la han pintado, la han descrito, la han trabajado y de ella nos hemos alimentado desde los tiempos inmemoriales. Yo humildemente he intentado desde que escribo mi blog, describir nuestras costumbres culinarias y es que ser malagueña, ser paleña, es sentirme unida a mis antepasados, a sus valores, a sus costumbres, a los olores y sabores, es sentir nostalgia de su luz, de la mar, de sus costas, de las sierras y los campos; es sentirme orgullosa de cada palmo caminado y por caminar, de haber recorrido, vivido y aprendido a ser quien soy. Me gusta proclamar la belleza y la riqueza de mi tierra, del mar…..de la mar procurando dentro de mis posibilidades hacer sentir al que no conoce nuestras raíces el impulso de conocerla.
Y así, en poco, muy poco tiempo les entregué mi aportación a éste primer “Cuaderno del Rebalaje”, compartiendo algunos platos de cuchara y algunos principales. Esperanzada e ilusionada por continuar con otra publicación, esperemos que en un futuro no muy lejano, que se denominará “Técnicas Culinarias Marengas” en el que se abordará los asados en moraga, la salazón, conservas y las famosas “frituras” de “pescaitos”.
Y éste "Recetario Marengo" vió la luz, se presentó el pasado día 19 en El Palo.
También mi más cariñoso agradecimiento a la Excmo.Diputación de Málaga a Sabor a Málaga (mi blog tiene la Distinción Sabor a Málaga, desde sus comienzos, por difundir la cocina tradicional malagueña y sus productos) y más concretamente su “alma mater”, Leonor Garcia Agua.
Irene Garrido Lomeña (Restaurante KGB Málaga): Porra de papaya de la Axarquia con naranja sanguina
Loli Garcia (Restaurante Lígula) Jibia en salsa de almendras con chicharos
Guadalupe Montejo (Presidenta de AMUCO, chef de Paradores Nacionales y Restaurante Lígula): Pimentón paleño
Yolanda Gómez (Restaurante El Tapeo): Mojete malagueño
Sin olvidarme de la aportación personal de un genial cocinero José del Restaurante Lígula, quien preparó un “Caldillo de Pintarroja” .
Cervezas Victoria, malagueña, exquisita (tan unida a la historia de la familia de mi marido, los Cantalejo) y a Bodegas Quitapenas (El Palo es Quitapenas….y Quitapenas es parte de la historia de El Palo) con los que se brindó y maridó las creaciones de mis queridas y admiradas chefs.
Cuantos de nuestros recuerdos podemos asociar con un sabor, un aroma, una textura o el cálido ambiente de una cocina familiar. La cocina y las exquisiteces que allí nos prepararon, y preparamos para los nuestros nos embriagan los sentidos y llenan el alma.
Y cuando ésos aromas, ésos sabores, ésos platos de antaño, los que perduran en la memoria, en el corazón, acordándonos de nuestros mayores, que lo aprendieron de generación en generación, ¿cuánto puede inspirar a las nuevas generaciones nuestro pasado?
Es mi deseo que éste humilde y sencillo recetario marengo les sea útil algún día para continuar disfrutando de las riquezas de la mar.
Ésta entrada de hoy, se las dedico a quienes visitáis mi blog, “Mi Cocina”, a mis hijos Alejandro y Estefanía, que nunca pierdan sus raíces; a mi marido que me sirve de guía y compañero para navegar en la vida.