Recibir un nuevo bebé

Por Pedsocial @Pedsocial

Que la llegada de un nuevo niño al mundo debería se recibida con alborozo por parte de los poderes públicos es una de esas cosas que echo en falta. Para los padres y familia es lo lógico, pero para la tribu, el municipio, la comunidad o el estado, la incorporación de un nuevo miembro que garantice un poquito la supervivencia de la entidad merecería más atención.

Los gobiernos fascistas establecieron los llamados premios a la natalidad, limitados a las familias muy numerosas. Y algunas instituciones como Auxilio social, (leed la entrada de Wikipedia) confeccionaban “canastillas” para los recién nacidos.

Hace unos años un gobierno socialista, en un arranque de populismo, decidió asignar un “premio” de natalidad a cada nuevo nacido de  2.500 euros, cifra nada despreciable. Para los 380.000 niños que nacían cada año en España, el gesto representaba añadir, más o menos, 100 millones de euros al presupuesto. Cuando llegó la crisis, el premio se fue al garete. Valga decir que el primer y principal destino de la ayuda acostumbraba a ser la compra de un televisor en color extraplano, según testimonios diversos.

Así ni ayudamos la natalidad ni enseñamos nada.

El ejemplo debería ser Finlandia ( como en tantas otras cosas) según relata la BBC, donde regalan a las familias una caja de cartón con las cosas de necesidad más inicial para un bebé.  http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2013/06/130604_salud_recien_nacidos_cajas_carton_gtg.shtml y desde hace casi 80 años.