Reciclar jugando

Por Sanoyecologico - Revista Vida Natural @SanoyEcologico

Los niños desarrollan su mente creando, investigando, descubriendo. Todo lo que les rodea es una mina de oportunidades, de viajes inhóspitos, de objetos inesperados. Por ello, no debemos dejar que todo su mundo esté completamente basado en artículos ya configurados, creados a gran escala para consumo de muchos y beneficio de pocos. Tenemos que hacerles ver que lo importante de la vida no se basa en comprar, sino en crear. La mente de un niño está abierta a nuevas experiencia, nuevos retos, nuevos diseños y materiales que bien pueden ser utilizados a través del reciclaje.

Implicar a padres y profesores es esencial en esta tarea. La creatividad la pone el niño, pero los medios los ponen los mayores que les rodean. En este sentido, cuando el niño tiene la oportunidad de crear objetos a partir de otros objetos, se sienten inventores, descubridores, ingenieros, amantes del mundo en el que viven, donde su deseo primordial es el de enseñar sus increíbles obras a la gente que más quieren. Una gran sonrisa y una mirada de ilusión se convierten en una imagen impagable.

La lista puede ser interminable y podemos vernos sorprendidos por la increíble imaginación de los niños. Coches, trenes, animales inventados, instrumentos impensables, objetos divertidos, juguetes imposibles, nos hacen volver a nosotros mismos a la niñez, en la que también fabricábamos nuestro propios juguetes. Crear juguetes y juegos a partir del reciclaje consigue que la conciencia de cuidar el medio ambiente empiece a calar hondo desde temprana edad. Hacerles llegar el mensaje de que las materias primas no son inagotables es principal mensaje que debe llegar a sus mentes, ya que son ellos los que sufrirán las consecuencias de ese agotamiento que sufre nuestro planeta.

Por otra parte, existen artistas que utilizan juguetes en desuso para crear sus obras de arte. La australiana Freya Jobbins diseña cabezas o bustos reutilizando juguetes viejos y dándoles otro sentido al formar con ellos muñecos caricaturescos que, a su vez, pueden ser vistos como nuevos juguetes. La premisa de que ningún niño se quede sin juguetes, sobre todo, en estos momentos de crisis, se puede llevar a cabo gracias al reciclaje.

Un buen juguete no se caracteriza por ser un juguete tecnológico, caro o de diseño. Un buen juguete es aquel que arranca la sonrisa del niño, que hace volar su imaginación, que despierta el entusiasmo y las ganas de descubrir cosas nuevas. Todo esto se logra con lo más básico, con elementos de uso diario, con objetos que le son familiares pero que se presentan de una forma distinta ante sus inquietas miradas. Si además son ellos los que participan en la creación de sus propios juguetes estaremos creando forjando futuros ingenieros e inventores, quién sabe. Los juegos y juguetes basados en el reciclaje no sólo sirven para hacer feliz a un niño, sino que además, y lo más importante, es que ese niño crece con conciencia sostenible, con ideales medioambientales y compromisos inalterables que en un futuro agradecerán. Si de verdad quieres involucrarte en este objetivo, empieza hoy mismo a preparar poco a poco esos juguetes para regalarlos a los niños que te rodean, a los niños cuyas familias están pasando por momentos difíciles, o simplemente a colegios que repartan luego esos juguetes. No sólo estarás realizando una labor ejemplar, sino que tu misma satisfacción será una enorme recompensa al trabajo realizado, un trabajo que aúna solidaridad y ecología.

Recuerda: los juguetes electrónicos vienen marcados con un pictograma (un cubo de basura tachado) que indica que no pueden depositarse en la basura normal y que han de reciclarse adecuadamente. Realiza el mínimo esfuerzo que supone separar los residuos y así conseguir una correcta gestión de los mismos, evitando el deterioro progresivo de nuestro entorno natural. Entre todos lograremos que nuestro generoso planeta Tierra siga dándonos todo aquello que necesitamos para nuestro consumo diario.