Recomendaciones fin de semana (4-6 de julio): santander

Por A-Cero Blog

Enclavada estratégicamente entre el mar y la montaña, Santander ofrece numerosas posibilidades. Además de sus playas, paisajes, parques y paseos, esta ciudad cuenta con una completa y ambiciosa oferta de restauración, cultura y ocio. Santander, es una elegante ciudad que se extiende a lo largo de una amplia bahía con vistas al mar Cantábrico, en la que queda patente la mezcla de sus diferentes vocaciones, tradición marinera, comercial y turística.

Desde mediados del siglo XIX, Santander pasó a ser uno de los destinos turísticos veraniegos más selectos de la costa norte peninsular. Con trece playas en su entorno y numerosos parques, tiene en El Sardinero una espléndida zona residencial con extraordinarias mansiones.

El viernes por la tarde visitamos el casco histórico de Santander

Comenzamos nuestro recorrido en los jardines de Pereda, y lo atravesamos tras contemplar sus cedros y magnolios, entrando en el Casco Histórico. No es muy amplio, así que lo mejor para conocerlo es dar un paseo por sus calles, descubrir poco a poco sus monumentos y dejarnos llevar por su aire distinguido. Lo primero que nos llamará la atención es la majestuosidad de las fachadas de sus bancos, muy importantes para Santander. El edificio del Banco Santander es una las edificaciones más importante que se distribuyen a lo largo del Paseo de Pereda y la Calle Castelar. Es considerado como el máximo exponente de la arquitectura civil santanderina de finales del siglo XIX y comienzos del XX. Es un símbolo no solo para el Banco sino para la ciudad.

Si seguimos por la calle Hernán Cortes, llegamos a la Plaza Porticada, uno de los lugares con más vida de la ciudad y todo un símbolo, ya que se construyó para ser el nuevo centro de la ciudad después de que un incendio arrasara Santander en 1941. Es un claro ejemplo de arquitectura neoherreriana y fue proyectada por el arquitecto J.González de Riancho, siguiendo los modelos de los edificios públicos de la época.

Al lado, encontramos la Iglesia del Cristo y la Catedral de Santander, frente a la Iglesia de la Compañía. Si continuamos por la calle Juan de Herrera, llegamos hasta la plaza del Ayuntamiento que siempre tiene un ambiente animado. Desde aquí, podemos acercarnos hasta el Museo Municipal de Bellas Artes o hasta la Casa-Museo y Biblioteca Menéndez Pelayo, uno de los grandes pensadores de esta tierra, donde se conserva su importante colección bibliográfica, donada a la ciudad de Santander por el escritor, con unos 41.500 volúmenes, muchos de ellos de gran valor.

Cenamos en el restaurante La Posada del Mar

Fundado en 1970, comenzó siendo una taberna marinera y con el paso del tiempo, y una excelente labor, pasó a ser uno de los mejores restaurantes de la ciudad.

Su cocina es totalmente tradicional, presentación casera y raciones generosas en cantidad y sabor. Al frente de la cocina el chef Ángel Borbolla, que ha realizado una labor encomiable, cocinando y seleccionando el mejor género posible.

Especializados en marmita de santiaguiños o de bonito, los pescados de La Posada son siempre de captura salvaje, de lo mejor de sus costas preparados al gusto tradicional. Un clásico es la merluza de pincho a la romana y en carnes, el chuletón es espléndido y sabroso. Entre los postres, la leche frita y la tarta de hojaldre.

C/ de Castelar, 19

Nos alojamos en el Hotel Bahía

Situado en pleno centro administrativo, económico y comercial  de la ciudad de Santander, frente a la preciosa bahía, y rodeado de edificios emblemáticos de la ciudad, entre la Catedral, el Banco de España, Correos y la Plaza Porticada.

Está a 10 minutos a pie de las principales tiendas de la ciudad y de una buena selección de restaurantes. Un lugar ideal para descansar y disfrutar de nuestra visita a la ciudad de Santander.

Avda. Alfonso XIII, 6

El sábado por la mañana visitamos la península de la Magdalena

La península de La Magdalena es la joya de la ciudad, una obra de la naturaleza, que ha sido remodelada y mejorada por el hombre. El Palacio de la Magdalena se encuentra sobre un alto, al final del paseo, y es una maravilla de un estilo ecléctico, que combina influencias inglesas, patentes en la disposición de las masas exteriores, abundancia de chimeneas, forma de los ventanales, etc.

Tiene aportes de estilo francés, como la escalinata de doble tramo de la escalera principal y la asimetría de los cuerpos del edificio además de trazas tomadas de la arquitectura barroca montañesa. Su construcción popularizó un subestilo ecléctico-regionalista en Cantabria, cuyo mayor exponente es el mismo palacio.

Consta de dos entradas, una al norte para carruajes, con pórtico, y otra al sur, que es la principal, con dos torreones de planta octogonal y una escalinata de doble tramo. El edificio es de piedra de mampostería con cubiertas de pizarra. En el interior destacan los salones de recepción conservando algunos cuadros de interés, de autores como Benedito, Sorolla, Sotomayor…

Desde allí, hay una gran vista de la isla del Moro, los acantilados, El Sardinero y las playas de la bahía y desde sus jardines se puede acceder a las playas de Los Bikinis y Los Peligros.

La construcción del Palacio Real de la Magdalena comienza en 1908 con la construcción de un palacio para los reyes. El proyecto, fue llevado a cabo por  los arquitectos Javier González Riancho y Gonzalo Bringas Vega y se realizó con la participación de todos los santanderinos mediante suscripción popular. Se finalizó en 1912 y se regaló a los monarcas, conviertiéndose en sede veraniega de la corte española entre 1913 y 1930.

Comemos en La Mulata

Ubicado en una zona gastronómica por excelencia, Puertochico, su carta se fundamenta en el recetario tradicional cántabro, con platos marineros como los maganos encebollados, el arroz con langosta, el besugo al horno, las almejas a la sartén o el salpicón de mariscos. Buena relación calidad-precio.

En su decoración predomina el azul mar y los guiños marineros. La sensación de luz contrasta perfectamente con el azul intenso.

C/ Tetuán, s/n

El sábado por la tarde visitamos la zona de El Sardinero

El Paseo Marítimo de El Sardinero se encuentra en una de las zonas de mayor belleza y más lujosas de Santander y discurre paralela a las orillas de la playa del sardinero, que a finales del siglo XIX se popularizó como lugar de veraneo entre personajes ilustres y de la nobleza europea.

Se extiende desde la Península de la Magdalena y es considerada como una de las zonas más elegantes del litoral cantábrico con las Playas del Camello, la Concha, y la Primera y la Segunda de El Sardinero. En el mar, frente a las playas, se encuentra la Isla de Mouro y en ella el faro que indica la entrada a la bahía.

Desde la Avenida de Reina Victoria  llegamos a la Plaza de Italia, centro de la vida urbana de El Sardinero. Allí se encuentra el Gran Casino y, tras él, el Palacio de Los Pinares, obra realizada en 1917 por Lavin Casalis.

El Gran Casino de El Sardinero fue construido en 1916. El edificio de corte neoclásico, funcionó como tal desde su inauguración hasta 1939 y fue en 1978 cuando reabrió sus puertas.

En torno a la Plaza de Italia se encuentran también numerosos hoteles, restaurantes y cafeterías que, sobre todo en verano, hacen de El Sardinero el segundo centro urbano de Santander. En Plaza Italia podemos aprovechar para tomar un helado en Heladería Regma. Hay varias por toda la ciudad y sus helados son realmente deliciosos. El hotel Sardinero se encuentra en esta plaza y es uno de los más emblemáticos de la ciudad.

A pocos metros de esta plaza, sobre un pequeño promontorio rocoso que parece querer adentrarse en el mar, se encuentran los Jardines de Piquío, que separan la Primera de la Segunda Playa del Sardinero.

También por esta zona se ubica el Palacio de Deportes, de diseño vanguardista, obra de los arquitectos Julián Franco y José Manuel Palao. El edificio posee una estructura de hormigón y una cubierta metálica de 400 láminas de acero inoxidable de diferente tamaño.

Cenamos en el Serbal

Ubicado también en Puerto Chico es probablemente, de los mejores de la zona, y cuenta con una estrella michelín. Lujo y buen comer. En su cocina se elaboran los productos marineros de la tierra de una forma original y exquisita, con un servicio cuidado y atento para presentar una cocina creativa conservando los sabores de siempre.

Decoración de corte moderno, en colores cálidos y amplia separación entre la mesas. Cuenta con distintos tipos de menús degustación, una completa carta y una extensa bodega. Un restaurante que no nos dejará indiferentes, sin duda una estupenda elección.

C/ Andrés del Rio, 7

El domingo visitamos el Palacio de Festivales

El Palacio de Festivales de Cantabria es un emblemático teatro de la ciudad de Santander situado frente a la bahía y es un lugar idóneo para la celebración de congresos, juntas y convenciones de cualquier tipo.

El Palacio de Festivales (1986-1990) se ha convertido en símbolo arquitectónico y cultural del Santander del siglo XXI, obra de Sáenz de Oiza, uno de los arquitectos más importantes de la segunda mitad del siglo XX en España. Entre sus obras, a camino entre el organicismo y el racionalismo, encontramos edificios emblemáticos como el Edificio Torres Blancas (Madrid, 1969), el Edificio del BBVA (Madrid, 1972) o el Edificio Torre Triana (Sevilla, 1993).

Los materiales que predominan son el mármol y el cobre. Tragaluces en la cubierta que permiten iluminar el interior de forma natural. Su entrada principal es un claro ejemplo del intento de síntesis entre la tradición más clásica y la vanguardia.

El proyecto de Sáenz de Oiza tenía una peculiaridad, un enorme trapecio acristalado permitiría que los espectadores visionaran la bahía desde la platea, pero no pudo llevarse a cabo. Está compuesto por diferentes elementos: zona de venta de entradas, La Sala Argenta, La Sala Pereda y La Sala Griega, zonas expositivas y tres cafeterías.

Su inauguración no estuvo exenta de polémica y como suele ocurrir con edificios de este tipo, siempre hay admiradores y detractores.

Sin embargo, este edificio es multifuncional, y debido a sus instalaciones e infraestructura resulta ideal para realizar congresos, juntas y convenciones de todo tipo, cuenta con una amplia oferta cultural durante todo el año y se realizan visitas guiadas.