Este fin de semana nos vamos a Cuenca, ciudad Patrimonio de la Humanidad de singular belleza y rincones inolvidables. Aunque en los alrededores se tiene constancia de población desde el Paleolítico Superior, no es hasta la conquista musulmana cuando se construye la fortaleza que dio origen a la ciudad actual.
Cuenca conserva un importante patrimonio histórico y arquitectónico, que se extiende por toda la ciudad antigua, aunque focalizado en edificios como la Catedral o las Casas Colgadas, que se han convertido en el símbolo de la ciudad. El turismo es su principal motor económico en la actualidad.
El viernes por la tarde visitamos las CASAS COLGADAS
Es el edificio más famoso y emblemático de Cuenca. No se sabe con exactitud su origen que, para unos, es musulmán, y para otros medieval (s. XIV-XV).
El mito, la magia y la leyenda las elevó a la categoría de monumento. En la actualidad son tres casas restauradas en el siglo XX. En dos de ellas está ubicado El Museo de Arte Abstracto Español y en la otra un mesón típico.
Visitamos el Museo de Arte Abstracto, situado en las casas Colgadas
Este museo alberga y exhibe de forma permanente una colección de pinturas y esculturas de artistas españoles de la generación abstracta de los años 50 y 60, que configuraron algunas de las tendencias abstractas más significativas del arte en España a mediados del siglo XX.
Los edificios (llamados Casas Colgadas, o Colgantes, o Voladas, o Casas del Rey) conservan algunos restos auténticos de las originales Casas Colgadas, como un tramo de escalera, un arco gótico isabelino o un artesonado mudéjar, pero han sido reconstruidos casi en su totalidad. Se sabe que las primitivas Casas Colgadas más que edificios singulares fueron un conglomerado urbano, consustancial con la ciudad. Abandonadas y en ruinas, se intentó su reconstrucción en diferentes momentos del siglo XX hasta que los tres bloques de edificios se restauraron.
La restauración fue realizada por los arquitectos municipales Fernando Barja y Francisco León Meler; el primero de los cuales proyectó también la ampliación del Museo en 1978.
Cenamos en el restaurante Figón del Huécar
El restaurante se encuentra dentro del casco antiguo de Cuenca. Además de la zona de salones cuenta con una bodega horadada en roca que permite pequeñas degustaciones de vinos y tapas. El restaurante utiliza materias primas de suma calidad, cuidando los pequeños detalles. Cuenta con un Primer premio de restauración de Castilla La Mancha.
Calle Julián Romero 6 – 16001 Cuenca
Nos alojamos en el Parador de Cuenca
El hotel es un convento ubicado en un envidiable emplazamiento en la Hoz del Huécar, un compendio de escarpadas paredes y frondosa vegetación a las afueras de la ciudad, mirando hacia las mágicas casas colgadas. Podemos resaltar el claustro acristalado y la antigua capilla, hoy convertida en cafetería, la piscina y la preciosa panorámica de la ciudad que se divisa desde las habitaciones.
Por la mañana visitaremos el convento de San Pablo, donde se encuentra ubicado nuestro hotel, y el puente de San Pablo, que da acceso a las casas colgadas y el centro ciudad.
Convento de San Pablo
El convento de San Pablo, convertido hoy en Parador Nacional de Cuenca, fue casa de la orden de los Dominicos. Se encuentra fuera del casco urbano, en un paraje de una gran belleza natural, sobre la Hoz del Huécar, a bastante altura sobre el cauce del río y dando frente a las Casas Colgadas. Los artífices de la iglesia fueron los hermanos Juan y Pedro de Alviz y su arquitectura responde a unos planteamientos propios de los primeros años del siglo XVI: estructura gótica y decoración renacentista, conviviendo en esta época el final del gótico con los inicios del Renacimiento.
Se compone de iglesia, claustro y otra serie de edificaciones que han ido creciendo adosadas al cuerpo principal según las necesidades de las órdenes que se han albergado en el convento. La iglesia y el claustro son del siglo XVI, siendo el resto de edificaciones de época posterior.
El puente cruza el Huécar y nos deja a un lado el Convento de San Pablo erguido sobre la roca, al otro encaramadas a la otra vertiente rocosa, las Casas Colgadas y bajo nosotros la naturaleza sosteniéndolo todo en perfecto equilibrio.
Fue construido entre 1533 y 1589 por iniciativa del canónigo Juan del Pozo para salvar la hoz del Huécar, comunicando el Convento de San Pablo y el casco urbano.
Este primer puente se derrumbó y el actual está construido en el albor del siglo XX, de hierro y madera manteniendo la estructura y estilo de su época lo que le confiere un aspecto de pasarela. El puente primigenio era de piedra con cinco arcos de pilares toscos de los que aún quedan algunos restos. Cruzar el río por este punto es algo que cualquier paseo por Cuenca no debería eludir, es uno de los mejores lugares desde los cuales observar las Casas Colgadas.
Para comer paseamos por la zona de tapas de la cuesta de San Francisco. Es una de las zonas más populares de Cuenca para tapear. Es una calle peatonal en el centro de la ciudad. Encontramos mucha variedad de bares con mucho ambiente. Aunque los bares suelen ser pequeños, hay terrazas habilitadas en la calle muy apropiadas ahora que llega el buen tiempo.
En cualquiera de sus mesones, bares y restaurantes podemos degustar tapas exquisitas con productos frescos de la tierra, y los platos más famosos de la gastronomía conquense.
Por nombrar algunos: Bar Fidel, Mesón José, La Ponderosa, Casa Amparo…
Por la tarde visitamos la Catedral y la Plaza Mayor
La Catedral es el templo principal de la ciudad. Alfonso VIII de Castilla conquista la ciudad de Cuenca y se constituye como sede episcopal en el año 1183. En esta época, el estilo constructivo es el románico, pero la influencia normanda de la corte del rey Alfonso VIII marca la construcción de esta catedral, siendo la primera catedral gótica de Castilla, junto con la de Ávila.
Las obras se iniciaron en el año 1196 y se concluyó en el año 1257. Sin embargo, ha sufrido transformaciones a lo largo de los siglos: en el siglo XV se reconstruyó la cabecera gótica, en el XVI se renovó el exterior, y en el XVII se construyó la capilla del Sagrario. También se reformaron fachada y torres. En el siglo XVIII se construyó el nuevo altar mayor y ya a principios del siglo XX a causa de un derrumbe, se reconstruyó la fachada siguiendo el estilo original, obra neogótica de Vicente Lampérez.
El edificio pertenece a un planteamiento muy inicial de la arquitectura gótica. En un principio, se comenzó una cabecera más bien románica, con cinco ábsides, transepto y tres naves en el cuerpo principal.
En el siglo XV se reconstruyó la cabecera para abrir una doble girola. En cuanto al interior, podemos destacar que en el siglo XVIII el cabildo reclamó los servicios del arquitecto Ventura Rodríguez para levantar un Transparente que “rivalizara” con el levantado por Narciso Tomé en la Catedral de Toledo.
Al salir de nuestra visita a la Catedral, nos encontramos en la Plaza Mayor. Esta es una de las más bonitas y monumentales de la ciudad. Recordamos que la ciudad antigua de Cuenca es Patrimonio de la Humanidad desde 1996. La Plaza Mayor es el centro neurálgico de la parte alta, un lugar propio para hacer un descanso y observar sus obras arquitectónicas más importantes, ya que en ella, aparte de la Catedral, se encuentra el Ayuntamiento, de estilo barroco, el Convento de Petras y el Palacio Episcopal.
Cenamos el restaurante Ars Natura
Es un restaurante muy especial. Abierto por Manuel de la Osa (chef del restaurante “Las Rejas” en las Pedroñeras, Premio Restauración Castilla La Mancha, Cocinero del Año a nivel nacional, con una estrella Michelín en su haber) y regentado por Jesús Segura, el chef revelación de Madrid Fusión 2012. Con esta pequeña introducción podemos “intuir” lo que vamos a encontrar en su interior.
Está ubicado en el museo Ars Natura, un espacio sorprendente, configurado como museo de interpretación de la singularidad del territorio y la biodiversidad de Castilla La Mancha. No es un museo al uso, ya que va dirigido a implicar al visitante en el cambio climático y el desarrollo sostenible.
Su apuesta es conseguir un menú degustación a un precio moderado, en relación con una gran calidad. Presentan un producto excepcional, con una cocina basada en la tradicional, mejorada con buena técnica, y con una presentación impecable.
Rio Gritos, 5, 16004 Cuenca
El domingo visitamos la Ciudad Encantada
La Ciudad Encantada es un paraje natural de formaciones rocosas generadas a lo largo de miles de años. La acción del agua, el viento y el hielo ha hecho posible este fenómeno. La heterogeneidad de las rocas es lo que ha permitido el desgaste desigual de las mismas por los elementos atmosféricos, dando como resultado una muestra sorprendente de arte pintoresco proveniente de la misma naturaleza.
Su origen se remonta al periodo Cretácico, hace aproximadamente 90 millones de años cuando el mar de Thetis cubría gran parte de lo que actualmente es la Península Ibérica y la zona que hoy conforma la Ciudad Encantada formaba parte del fondo.
Caminando por la Ciudad Encantada se crea la ilusión de hacerlo por una ciudad laberíntica. El itinerario está señalizado y las formaciones rocosas están tituladas, aunque en realidad encontramos el parecido de inmediato: el perro, el elefante, el mar de piedra, la foca, la tortuga, el tobogán…