¿Cómo llevar a la práctica las recomendaciones de alimentación y ejercicio?Evitar el sobrepeso y la obesidad es una de las medidas que más beneficios reporta a la salud. En el caso de que ya se padezca este trastorno, hay que ser consciente de que cualquier pequeña pérdida de peso mantenida en el tiempo tiene beneficios, y este siempre es un buen punto para empezar. Practicar actividad física de manera regular y limitar el consumo de alimentos y bebidas demasiado calóricos son estrategias clave, aunque en cualquier caso es aconsejable consultar un nutricionista para lograr la pérdida de peso adecuada.Para prevenir o tratar el exceso de peso con el objetivo de reducir el riesgo de cáncer (y también el de diabetes y de enfermedades cardiovasculares) es aconsejable seguir una dieta que enfatice los alimentos de origen vegetal. ¿Cuáles? Todos: los que más nos gusten, los locales, los que nos regalen los vecinos, los que estén mejor de precio, los que se adapten mejor a nuestras habilidades culinarias, etc.En cuanto a la elección de alimentos y la frecuencia de consumo, las recomendaciones son:Frutas y hortalizas: al menos 5 raciones al día.Pan, pasta, arroz o patata: varias veces al día y, a ser posible, integrales.Legumbres: 3-4 veces por semana.Frutos secos: 3-7 puñados a la semana.Aceite de oliva: mejor si es virgen, utilizarla tanto para cocinar como para sazonar.Para prevenir el cáncer, se debe limitar, tanto como se pueda, el consumo de carne roja y procesada.El alcohol es, según la Organización Mundial de la Salud, teratogénico, neurotóxico, adictivo, inmunosupresor, perjudicial para el sistema cardiovascular, carcinógeno y aumenta el riesgo de muerte. Por ello, es mejor no consumir bebidas alcohólicas. Actividad física: adoptar un estilo de vida activoDe las cuatro recomendaciones que facilita la Sociedad Americana de Cáncer en sus guías, una hace referencia a la actividad física. Con el fin de minimizar el riesgo de cáncer y preservar la salud, los adultos deberían realizar, como mínimo, 150 minutos de actividad física moderada (o bien 75 minutos si ésta es de alta intensidad) cada semana, combinándola de la manera que se prefiera.En el caso de los niños y adolescentes, se debería destinar una hora diaria a la práctica de actividad física, de intensidad moderada o vigorosa. Esta última debería aparecer 3 veces por semana. Al mismo tiempo, se recomienda disminuir al máximo las actividades sedentarias, como estar sentado, acostado, mirar la televisión u otras formas de entretenimiento de pantalla. Siempre que se aumente la actividad física por encima de la que se realiza de forma habitual, sea cual sea el punto de partida, se aportan beneficios para la salud.Fuente: Consumer.es
¿Cómo llevar a la práctica las recomendaciones de alimentación y ejercicio?Evitar el sobrepeso y la obesidad es una de las medidas que más beneficios reporta a la salud. En el caso de que ya se padezca este trastorno, hay que ser consciente de que cualquier pequeña pérdida de peso mantenida en el tiempo tiene beneficios, y este siempre es un buen punto para empezar. Practicar actividad física de manera regular y limitar el consumo de alimentos y bebidas demasiado calóricos son estrategias clave, aunque en cualquier caso es aconsejable consultar un nutricionista para lograr la pérdida de peso adecuada.Para prevenir o tratar el exceso de peso con el objetivo de reducir el riesgo de cáncer (y también el de diabetes y de enfermedades cardiovasculares) es aconsejable seguir una dieta que enfatice los alimentos de origen vegetal. ¿Cuáles? Todos: los que más nos gusten, los locales, los que nos regalen los vecinos, los que estén mejor de precio, los que se adapten mejor a nuestras habilidades culinarias, etc.En cuanto a la elección de alimentos y la frecuencia de consumo, las recomendaciones son:Frutas y hortalizas: al menos 5 raciones al día.Pan, pasta, arroz o patata: varias veces al día y, a ser posible, integrales.Legumbres: 3-4 veces por semana.Frutos secos: 3-7 puñados a la semana.Aceite de oliva: mejor si es virgen, utilizarla tanto para cocinar como para sazonar.Para prevenir el cáncer, se debe limitar, tanto como se pueda, el consumo de carne roja y procesada.El alcohol es, según la Organización Mundial de la Salud, teratogénico, neurotóxico, adictivo, inmunosupresor, perjudicial para el sistema cardiovascular, carcinógeno y aumenta el riesgo de muerte. Por ello, es mejor no consumir bebidas alcohólicas. Actividad física: adoptar un estilo de vida activoDe las cuatro recomendaciones que facilita la Sociedad Americana de Cáncer en sus guías, una hace referencia a la actividad física. Con el fin de minimizar el riesgo de cáncer y preservar la salud, los adultos deberían realizar, como mínimo, 150 minutos de actividad física moderada (o bien 75 minutos si ésta es de alta intensidad) cada semana, combinándola de la manera que se prefiera.En el caso de los niños y adolescentes, se debería destinar una hora diaria a la práctica de actividad física, de intensidad moderada o vigorosa. Esta última debería aparecer 3 veces por semana. Al mismo tiempo, se recomienda disminuir al máximo las actividades sedentarias, como estar sentado, acostado, mirar la televisión u otras formas de entretenimiento de pantalla. Siempre que se aumente la actividad física por encima de la que se realiza de forma habitual, sea cual sea el punto de partida, se aportan beneficios para la salud.Fuente: Consumer.es