Un carbohidrato no es un
carbohidrato. por ejemplo el arroz blanco, tienden a elevar más la glicemia que
la pasta. Las comidas altas en grasas y altas en proteínas también pueden elevar
el azúcar en la sangre. Los estudios muestran que demasiadas proteínas y grasas
pueden mantener altos los niveles de la glicemia durante un período de tiempo
más largo. No hay una cantidad ideal de carbohidratos para las personas con
diabetes. La única forma de determinar el carbohidrato es rastrear cómo responde
su propia glicemia después de ciertas comidas. La fibra dietética,
especialmente la fibra soluble, ayuda a mantener bajo control la glicemia y el
colesterol. Las mayores cantidades de estas fibras solubles se encuentran en
los guisantes, frijoles y suplementos de fibra. De hecho, las pautas de
diabetes más recientes de la Asociación Americana de Diabetes ahora recomiendan
a las personas con diabetes que consuman de 7 a 13 gramos de fibra soluble al
día. Comer un desayuno bajo en carbohidratos no solo evita que los niveles de
glicemia en la mañana aumenten en las personas con diabetes, sino que también
reduce el azúcar en la sangre durante el resto del día en comparación con un
desayuno de frutas y cereales con más carbohidratos. En el almuerzo coma
verduras sin almidón. Comer ensalada u otra verdura antes de tomar pasta, pan o
papa. En comparación con comer verduras y carbohidratos juntos, comenzar una
comida con verduras puede ayudar a mantener bajo control la glicemia. No existe
un plan de comidas ideal para todas las personas con diabetes. Un enfoque
individualizado es lo mejor. Y un experto en nutrición con experiencia en diabetes
puede ser de gran ayuda.