Recorrido en coche a San Francisco y Yosemite: Bitácora viajera

Publicado el 03 diciembre 2017 por Packandclick

El Día de Acción de Gracias me dio la oportunidad para descansar y hacer un recorrido en coche a San Francisco y Yosemite

El año está llegando a su fin y, como suele ser habitual, suelo aprovechar para hacer unas rutas por sitios que aún no conozco de los Estados Unidos. Aprovechando que era festivo aquí, hice un recorrido en coche a San Francisco donde me reuní con unos amigos.

La verdad es que ir en coche de Los Ángeles a San Francisco no es una novedad para mí. Suelo hacer esta ruta, como mínimo, dos veces al año. Pero me gusta. Y por eso sigo repitiendo.

(Inciso: Si has llegado aquí queriendo saber más acerca de San Francisco, te recomiendo que leas mi post con los sitios que debes visitar de la ciudad).

Pero, esta vez quería hacer algo diferente: He documentado el recorrido en dos vídeos. Con lo poco que me gusta estar delante de la cámara, esto iba a suponer un reto para mí. Hay que ponerse retos, ¿no?

El jueves 23 de noviembre salí más tarde de lo previsto. Mi intención era salir a las 6:30, pero la noche anterior me quedé trabajando hasta las doce y necesitaba descansar.

Así que, no empecé mi ruta hasta las 8:30 horas. Un poco tarde, pero en fin.

Afortunadamente hice dos tercios del recorrido sin tráfico. Decidí ir por la ruta más rápida y evitar PCH (Pacific Coast Highway) que, aunque mucho más bonita es más lenta.

Sequía en California

Lur y yo hicimos una pequeña parada para respostar a la altura de Fresno. A lo largo del recorrido por la carretera 5 me di cuenta de lo seco que estaba todo. A principios de año hice esa mis ruta con mi cuñada y el color que dominaba era el verde. Parecía el País Vasco. Y ahora, todo era amarillo, paja. Muy triste.

Me pareció desolador... muy triste. Había decenas de letreros de agricultores quejándose de la situación. Pero es que, la sequía en California es seria y salvo que se busque una solución a largo plazo, temo que las cosas se van a poner feas aquí.

Tras descansar un rato y dar un paseo con Lur por la zona de la gasolinera, seguimos con nuestro recorrido. Pero, a partir de aquí, el tráfico ya se había empezado a acumular y tarde bastante tiempo en llegar de Fresno a San Francisco.

Decidí tomármelo con calma... Al fin y al cabo no tenía prisa, ¿no? Estaba de vacaciones.

Un atardecer único

Llegué a San Francisco pasadas las tres de la tarde. Mis amigos Lubín y Alejandra me esperaban en la ciudad, y parecía que ya se habían enamorado de ella. Me dio tranquilidad saber que les estaba gustando San Francisco, ya que a muchas personas que conozco no les ha hecho mucha gracia.

Les llevé a ver el Palacio de Bellas Artes, uno de mis sitios favoritos de la ciudad y estando allí, Alejandra propuso ir a Baker Beach. No quise decir nada porque no quería condicionar los sitios que querían visitar en San Francisco, porque yo ya conocía la ciudad. Pero, me alegré cuando ella propuso eso, porque era el único sitio desde el cual me faltaba fotografiar el puente de Golden Gate.

Y llegamos en el momento idóneo, cuando se ponía el sol. El cielo se tiñó de un color rosa increíble y el sol ardía. Creo que ésta ha sido una de las puestas de sol más bonita que he presenciado en mucho tiempo.

De ahí y puesto que era el Día de Acción de Gracias, nos acercamos hasta Union Square para ver qué ambiente había.

Y, la verdad, no mucha. Todo estaba cerrado o a punto de cerrar sus puertas. Hasta McDonald's había cerrado sus puertas para celebrar Thanksgiving.

Así que, ¿qué hicimos? Fuimos a Starbucks, el único establecimiento abierto, y comimos algo ahí. No había gran cosa la verdad.

Con el cansancio en el cuerpo por haber hecho el recorrido en coche a San Francisco, terminamos el día yendo al hotel a descansar.

De San Francisco a Yosemite

Estando tan relativamente cerca del Parque Nacional Yosemite y no ir a este lugar me parecía casi un pecado.

Pero, déjame que te cuente que, es un lugar que se me ha resistido por años. Más de 13, de hecho.

Cuando obtuve mi beca para estudiar en la Universidad de Santa Clara, supe de este lugar y quise ir, pero nunca lo hicimos. Una cosa llevó a la otra y seguía sin venir a este lugar.

Por eso, cuando hablé con Lubín y Alejandra del recorrido que íbamos a hacer y pensé que de regreso podríamos desviarnos un poco (dos horas y media) y conocer este parque nacional.

¿Qué te puedo contar de Yosemite? La espera de 13 años mereció la pena. Y me quedé con ganas de poder ver más.

Porque, déjame decirte que, si algún día visitas este lugar, vas a necesitar, como mínimo dos días enteros para poder sacarle partido.

Siento que se nos fueron las horas volando, entre otras cosas porque los días son muy cortos y para las 16:30 ya estaba oscureciendo.

De Mirror Lake a Tunnel View

Creo que el Parque Nacional de Yosemite es un lugar que te deja sin palabras desde que accedes al mismo. Como veníamos desde San Francisco, nos encontramos con la vista de El Capitán según descendíamos. Lo tomé como un buen augurio. Iba a ser un lugar espectacular.

No disponíamos de mucho tiempo y me acerqué el centro de visitas para preguntar qué podíamos ver en las pocas horas que teníamos.

La señora no me informó bien y eso me puso de mala leche. Perdimos media hora esperando a un shuttle al que Lur no podía subir. Ya ves, hay gente mal educada que sí puede subir, pero un perro pues no...

Pero la chófer, que sabía más que la señora del centro de visitas, nos dijo que podíamos acercarnos al primer punto en coche. Y eso hicimos. Recorrimos la distancia hasta Mirror Lake a pie. Qué paisaje tan bonito. Musgo por todos lados, parecía de cuentos de hadas... hizo que poco a poco se me pasara la mala leche por la señora :-).

Mirror Lake más bien parece Mirror Pond (Charco Espejo) debido a la sequía, pero el entorno aún así es bonito. Decidí cruzar el "lago" para sacar una foto del reflejo y casi me dejo los deditos del pie en el agua de lo congelada que estaba, pero mereció la pena.

Nos perdimos Glacier Point... ¡Oh no!

De ahí, Lubín y Ale regresaron al centro para ir en shuttle a la catarata. No sabía si nos iba a dar tiempo y como Lur no podía ir en shuttle, preferí que fueran ellos y así también para que tuvieran un rato a solas los dos.

Lur y yo nos quedamos paseando por el pueblo de Yosemite, que es también muy bonito. Desde ahí se ven vistas preciosas del parque.

Y el tiempo se nos echó encima. Nos dio tiempo de ver el atardecer desde Tunnel View, uno de los lugares más conocidos y nos perdimos queriendo ir a Glacier Point. Terminamos tomando un chocolate caliente y cafés para entrar en calor.

En cuanto se pone el sol la temperatura desciende MUUUUCHOS grados. De ahí, ya nos volvimos hacia casa y yo me quedé con las ganas de querer conocer este sitio más y mejor.

Volveré, seguro.

Y así es como pasé mi fin de semana de Thanksgiving. Me vino muy bien hacer este recorrido en coche a San Francisco para desconectar unos días. Sobre todo, porque a la vuelta, me esperaba una carga de trabajo importante...

¡Hasta la próxima!