Hoy escribí la frase “recortar una imagen” en el buscador de Google y me salieron 1.300.000 páginas que hablan sobre ello. Hasta hay un wikipedia que te explica el proceso para que quede lo mejor posible la fotografía recortada.
(c) Alberto Korda
En la historia de la fotografía, existen innumerables ejemplos de “recortes famosos” como en la icónica fotografía del Che Guevararealizada por Korda.(c) distintas fotografías del proyecto Raval de Joan Colom
En esa época el barrio era peligroso y el fotógrafo catalán fotografiaba clandestinamente, de una manera intuitiva, sin mirar el visor, con la cámara semioculta y cliqueando a la altura de la cintura. Por eso reencuadraba a posteriori en el laboratorio.Pude observar de primera mano las fotografías de ese proyecto, como hacía los recortes, en la retrospectiva que le dedicó el Museo Nacional de Arte de Catalunya en el 2014. Y me llamó mucho la atención y fueron muy acertados los recortes.(c) Joan Colom en plena faena
Por todo lo que digo, no quiero ser purista ni nada por el estilo. No soy quien para determinar que es mejor: si recortar o no una imagen. Sin embargo me gustaría argumentar de una manera abreviada y simple, porque yo no recorto una fotografía.
En primer lugar, porque yo siempre miro por el visor y ese gesto me lleva a encuadrar (a priori) la imagen que deseo hacer. Además como siempre llevo un objetivo fijo (35 mm.) resuelvo de una manera natural ese problema visual dando un paso para adelante u otro para atrás, según la conveniencia. Y lo hago para no recortar a posteriori. Y además soy responsable, en la previa, de todo lo concerniente a la creación visual. Disfruto con ello.Además, como un gran argumento geométrico, por decirlo de alguna manera, para no cortar o encuadrar a posteriori, es que pienso a partir de los marcos de la imagen y de esa manera “lo visual” se dirige hacia adentro. No, desde adentro hacia afuera. “El borde de la fotografía define el contenido” señala John Szarkowski en el Ojo del fotógrafo. En consonancia con Szarkowski, me gusta diseccionar formas, como en las siguientes fotografías realizadas durante el último taller fotografía de QuitarFotos en Donostia, el último fin de semana.
(c) Marcelo Caballero. Donostia, mayo 2017
Y que tiene que ver con todo este proceso de encuadramiento llevado de la mano de estos argumentos tan simples como contundentes para descartar de plano la idea de recortar luego en la post producción.(c) Marcelo Caballero. Donostia, mayo 2017
Y como un argumento filosófico, yo siempre pensé y pienso que la libertad termina ante la libertad del otro.En ese contexto, dentro del rectángulo de una cámara, soy muy libre y no me pongo ningún límite creativo en ello. Y es también allí donde tengo que pensar donde termina mi libertad. Quizás en la post producción abra las puertas hacia otras libertades; pero ya no es lo que observé en la instantánea. Eso ya es otra cosa.
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