Tras el pertinente Electrocardiograma se decide iniciar el tratamiento con maniobras vagales, comenzando por la de Valsalva, para lo cual le entrego una jeringa:
-. ¡Sople Ud. en la punta, con fuerza! ¡Tiene que conseguir desplazar totalmente el embolo hasta el extremo final!
Muy pocos minutos después la Taquicardia comienza a remitir, estableciéndose y posteriormente manteniéndose la Frecuencia Cardíaca en los 70 latidos por minuto.
Antes de marcharse el enfermo, lo hizo despidiéndose con una broma, poniendo de manifiesto su total restablecimiento:
-. ¡Es increible! ¡Esto de los recortes les ha llevado hasta el extremo de acabar usando las jeringas vacías!. ¡Muchas gracias por todo, Doctor!