En estas fechas siempre me acuerdo especialmente de París. Habitualmente me vienen a la mente la mayor parte de los recuerdos en torno a diciembre, coincidiendo con las Navidades, y se extiende a los primeros meses del año, los meses más fríos, los meses de invierno.
Hará unos tres años disfruté de unas maravillosas fiestas en la capital francesa junto a mi buena amiga Estelle y aunque ya hace unos años de aquello, los recuerdos siguen presentes y muy vivos. El olor a café y croissant escapándose de las boulangeries, el frío cortante, el color del cielo, entre azul y gris precioso, la rica comida francesa, el brunch del día uno de enero después de disfrutar de un precioso fin de año rodeada de amigos franceses, disfrutando de sus tradiciones y costumbres, relamiéndome con sus quesos, panes y sus platos típicos franceses; las bonitas tiendas de Le Marais, los detalles en cada rincón y el gusto exquisito de todo y todos.
Con muchas ganas de volver y disfrutar, una vez más de sus rincones... Seguiré, por ahora, recordando con una gran sonrisa en la cara.
Fotos: Anna Alfaro