Ricciardo terminó la carrera en segundo puesto pero posteriormente fue descalificado después de que los comisarios determinaran que su monoplaza había excedido el límite de 100 kg/hr de flujo de combustible durante el transcurso de la carrera.
Red Bull ha negado reiteradamente que infringieran las normas e insisten que usaron sus propios sensores porqué las unidades de lectura de la FIA eran poco precisas.
Su caso será escuchado en el Tribunal Internacional de Apelación, que está formado por cuatro o cinco jueces, que todavía no están confirmados.