En el transcurso de los cuatro días, la escudería con sede en Milton-Keynes solo pudo completar 21 vueltas, según se ha sabido por problemas en la estructura interna del monoplaza relacionados con el nuevo motor V6 turbo diseñado por Renault.
Pero tras algunas sugerencias de que Newey había cometido errores con el RB10, Horner quiso salir a la palestra para rechazar cualquier hipótesis en ese sentido.
“No,” dijo Horner, cuando Sky Sports le preguntó si Newey había sido demasiado estricto en el diseño interno del monoplaza. “Hay algunas cosas que tenemos que arreglar pero nada de importancia. Renault también ha tenido algunos problemas que están solventando.”
“Estos coches son tan complejos que pequeños problemas pueden ocasionar grandes fallos.”
Horner añadió que confía en que Red Bull llegue a la primera carrera que se disputa en Australia con los problemas resueltos.
“Lógicamente quedan cosas por hacer pero hay tiempo suficiente antes de la primera carrera y de los test de Bahréin de la próxima semana, que es un test importante,” añadió. “Todo el mundo está trabajando duro en Renault y en Milton-Keynes.”
“No queremos que se repita otra semana como la de Jerez pero para eso están los test. Los problemas se solucionan haciendo pruebas.”