Mi favorita ha sido Emma Watson, que se ha atrevido a pisar la alfombra con un vestido de Raf Simons para Dior. Y ¡sorpresa! por delante es vestido y por detrás pantalón que le deja una espalda increíblemente sexy! Y eso que el vestido por delante no es gran cosa.
También estaba espectacular Amber Heard, con una raja en el vestido al más puro estilo Angelina Jolie. Y un peinado y maquillaje de 10.
Y por si alguien dudaba que se podía ir perfecta con un vestido sencillo, aquí está la prueba de que es totalmente posible. La actriz de la serie Downton Abbey, Laura Carmichael, lució un sencillo binomio blanco y negro que le quedaba como un guante. Eso sí, tienes que tener ese tipo para que quede así. Ni un gramo más de grasa.
Luego están las que nunca aciertan y da igual lo que se pongan porque aunque la mona se vista de seda mona se queda. Es el caso de Jennifer Lawrence que a su vestido de Dior le ha añadido unas cuantas cintas aislantes. Suponemos que es para no pisárselo como el año pasado y acabar en las escaleras mientras recoge el premio. Este año no ha tocado el suelo (de momento, que todavía queda gala) pero se le ha caído el brazalete de miles de euros que lleva en la muñeca mientras la entrevistaban.
Y luego están las que no tienen solución de ninguna de las maneras como Lena Dunham, que ha decidido ponerse un vestido amarillo pollo de Zac Posen para que todos la vean bien. Es lo que tienen los egos tan grandes como el suyo, que quieren ser el centro de atención cueste lo que cueste.
Y para terminar, tengo que hablar del vestido de Carolina Herrera que llevaba Tina Fey, y esto me duele en alma, porque ella es una grande. ¡Estas cosas no se hacen, Tina! (Menos mal que se ha cambiado antes de empezar la gala)
¿Cuál ha sido vuestro favorito?
Montones de besosMarta