Inauguramos la sección Redescubriendo mi ciudad éste año con una nueva recomendación y no podía ser de otra forma que con un gran restaurante, no sólo por dimensiones (que es enorme) sino también por calidad; El Filandón. En cuanto al precio si echais un ojo a su página web podéis ver la carta y haceros una idea, desde mi punto de vista una relación calidad-precio realmente acertada. ¿Lo conocíais?? Si no es así os lo recomiendo totalmente!!!
A escasos minutos de Madrid (en la carretera de Fuencarral-El Pardo, en pleno monte del Pardo) donde se puede disfrutar de un entorno único. Una parcela de 9.000 metros cuadrados donde convive el restaurante de líneas sobrias con la naturaleza.
Ellos mismos se definen como un “restaurante en plena naturaleza dentro de la ciudad”.
Materiales como hormigón, piedra y madera, se mezclan en un entorno único. Todo el complejo respira sobriedad y mires donde mires siempre encontrarás pequeños detalles que te recordarán la vida rústica que antes se desarrollaba ahí, reutilizando muy sabiamente antiguos materiales
Desde luego según llegas ya ves que se trata de un espacio original y único. Te das cuenta de que es un lugar ideal para ir con familia y amigos donde los niños puede corretear por los jardines mientras estas de sobremesa, ya que todo está preparado para ello, o ir una noche de verano y poder cena en su terraza y disfrutar de esas maravillosas vistas que tiene,lo tenemos pendiente!!
Vamos en cualquier época del año tiene que ser una maravilla porque viendo todo lo que le rodea en primavera tiene que ser una fiesta de color, así como cuando nieve en invierno poder disfrutar de esa maravillosa chimenea.
Según entras por la recepción ya puedes ver las brasas y parrillas de la cocina así como los chefs moviéndose.
Un espacio realmente fantástico dónde se puede apreciar como han sabido reciclar los viejos elementos de la finca y que convivan con otros elementos arquitectónicos. Puedes ver desde viejos listones de madera, que parecen de una antigua valla, a lo largo de un pasillo; a envejecidas fresqueras como armarios decorativos.
También llama la atención una gran mesa redonda repleta de productos frescos naturales que te ayudan a hacerte a la idea de como son los productos que emplean en su gastronomía.
La carta no es excesivamente larga pero si muy completa. Encuentras desde entrantes para compartir, ensaladas, arroces, carnes y pescados de las famosas Pescaderías Coruñesas, que llevan más de cien años trayendo fresco el pescado y marisco de las costas gallegas. Su especialidad son las carnes y pescados a la parrilla, aunque es un poco injusto hablar de especialidad donde hacen todo tan rico.
Yo todavía tengo en mente las alubias de Tolosa que pedí y que estaban bueniisimas, así como el crujiente pan de cristal con aceite y tomate y sus huevos rotos de la finca con jamon.
Aunque creo que uno de sus recomendaciones estrella es el lenguado Evaristo, marca de la casa y llamado así en conmemoración del fundador de Pescaderías Coruñesas.
Así como los postres, auténticas maravillas, yo sólo puedo hablar de lo que pude probar la oblea caliente de manzana con helado de vainilla o las filloas rellenas, sencillamnete geniales.
Aunque estoy segurisima que pidáis lo que pidáis, seguro que acertáis.
Desde luego un sitio que recomiendo totalmente!!!, un trato maravilloso, el entorno y la cocina abierta desde la 13:00 a las 00:00 salvo domingo por la tarde y lunes cerrado, vamos que sus cocinas funcionan non stop, os lo puedo asegurar ya que nosotros llegamos un poco tarde a comer y sin problemas a la hora de pedir la comida, disponibilidad total.
Y os encontrareis tan agusto que las horas os volarán, las sobremesa se alargará os lo puedo asegurar, teneis tambien una zona de fumadores dónde podeis tomar los cafés o licores, vamos están en todo!!
Gracias por leerme // Thanks for readingSigueme en / Follow me onTwitter ♥ Bloglovin' ♥ Instagram