Cómo evaluamos si está aún presente
- De pie dejándose caer hacia atrás (como hacen los niños jugando en la cama de los padres), y mientras alguien te sostiene Y NO TE DEJA CAER ;)
- Tumbado boca arriba dejando caer levemente la cabeza sobre las manos de otra persona.
- Metiendo los pies hacia dentro o sacándolos hacia fuera.
Con las 2 primeras pruebas compruebas que con un pequeño desequilibrio estando el reflejo activo salta la respuesta de susto o la imposibilidad de dejar caer tu cuerpo hacia atrás o estar mirando constantemente hacia atrás para asegurarte de que alguien te va a coger y no te dejará caer al suelo. En la última forma de evaluarlo se comprueba si hay independencia entre la parte superior e inferior del cuerpo, que así debería ser.
Esto es lo que hacemos para evaluar si el Reflejo de Moro aún está presente, pero sin saber realmente cómo se hace y lo que tenéis que observar no intentéis comprobarlo en casa por si os hacéis daño.
Esto se comprueba sobre todo en niños porque cuanto más mayores somos más lo compensamos y no aparece evidente en estas pruebas.
El reflejo se activa ante estas situaciones del día a día
- Vestibular: ante un tropiezo o una caída, o por un movimiento repentino de cabeza,…
- Visual: algo que le tiren a la cara (pelota) o cambio de luz.
- Auditivo: un bocinazo, un portazo, un perro que ladra,…
- Táctil: un pequeño toque en la espalda, dolor inesperado, presión, cambio de temperatura, tocando ciertas texturas...
Señales que muestran que está aún activo
Para comprobar o sospechar vosotros mismos si pudiera estar activo, podéis observar estas señales:
HIPERSENSIBILIDAD:
- A nivel visual (le molesta las luces fuertes), o a nivel auditivo (le molesta los sonidos fuertes o repentinos o a ciertas frecuencias, sufren confusión auditiva lo que les impide recibir bien el mensaje oral y no comprender bien lo que escuchan), o a nivel táctil (no les gusta que les toquen, o no les gustan las caricias, los besos o los masajes, o mantienen una mayor distancia cuando conversan con alguien), o a nivel vestibular (no les gusta subirse a atracciones que tengan cambios de altura o velocidad, o los juegos en los que el equilibrio juegue un papel importante como la bici, el patinete o los patines). Si está muy activo el reflejo mostrará más hipersensibilidad en más áreas o en mayor grado.
- Debido a esta hipersensibilidad el niño está constantemente en SITUACIÓN DE ALERTA, “huída” o “lucha”. -- Es HIPERREACTIVO: Salta fácilmente, carácter tenso y variable o se enfada sin motivos o tiene rabietas por tonterías
- Esto puede hacer que esté eliminando constantemente ADRENALINA y CORTISONA (sistema antialérgico), lo que provoca un estado no reactivo ante agentes extraños, y en consecuencia se hace más reactivo a alergias o medicamentos (a niveles bajos) o intolerante a ciertos alimentos.
- Esta situación de alerta constante hace que el azúcar se queme más rápido en su cuerpo por tanto, son hipoglucémicos, piden más dulces y sufren esos cambios de humor (con reacciones excesivas e incluso agresividad y tensión muscular) - Esos ciclos de hiperactividad acaban produciéndole fatiga y les hace tener pobre resistencia física y se cansan rápido en cuanto empiezan a hacer algo.
- Esto a veces les causa episodios de ansiedad, BAJA AUTOESTIMA, son MUY SENSIBLES a todo lo que se les dice o no se les dice, los tonos de voz, etc. y tienen dificultad para tomar decisiones.
PROBLEMAS DE ATENCIÓN
No tienen filtros de atención, todo es de su interés. Lo que escribí en la anterior entrada, es el “reflejo cotilla” ;) Parecen que están “concentrados” en un juego o en sus tareas pero se enteran de otras conversaciones o de lo que pasa en otra habitación, o interrumpen conversaciones y no se concentran en lo suyo... Esto hace que realmente no presten bien atención en lo que hacen y lo hagan mal o tarden más en hacerlo.
INMADUREZ EMOCIONAL Y SOCIAL
- Suelen ser más tímidos
- Suelen tener dificultad para hablar en voz alta delante de un grupo de personas o con desconocidos.
- Les cuesta relacionarse con otros.
- Son hipersensibles.
- Son muy perfeccionistas, muy rígidos con ellos mismos y a veces con los demás, se sobreexigen mucho, y aunque parecen muy contralados pueden perder el control fácilmente.
- No les gusta los cambios que no controlan incluso a veces las sorpresas (cambios de trabajo, cambios de colegio, cambios de casa, comienzo de curso,…)
- Son poco espontáneos.
COORDINACIÓN MOTORA POBRE
- Problemas de equilibrio sobre todo cuando está activo el reflejo a nivel vestibular.
- Mareos
- Problemas de coordinación motora gruesa y fina ojo-mano
INMADUREZ VISUAL
- Movimientos oculares inmaduros, lo que afecta a la lectura y los juegos de pelota y ejecución de deportes.
- Dificultad en el procesamiento de la información visual (inmadurez de algunas de las habilidades perceptuales, sobre todo FIGURA –FONDO, porque no son capaces de quedarse con la información relevante, todo les parece importante… o nada lo es; cierre visual, y discriminación visual).
- Pupilas más dilatadas, que provoca más fotosensibilidad.
NO QUIERE DECIR QUE UNA PERSONA QUE TENGA ESTE REFLEJO ACTIVO VAYA A TENER TOOOOOODAS ESTAS SEÑALES AFORTUNADAMENTE ;D Pero si tiene gran parte de ellas, podéis sospechar que está el reflejo activo. Tampoco tiene que tener estas señales en grado máximo, dado que puede estar muy activo o parcialmente integrado.
TAMPOCO QUIERE DECIR QUE PORQUE TENGA ALGUNAS DE ESTAS SEÑALES VAYA A TENER ESTE REFLEJO ACTIVO, lo mejor es comprobarlo y evaluarlo para asegurarnos.
Una vez se integra este reflejo nos ayuda a:
Que muchas de las señales anteriores estén más atenuadas o normalizadas: menos sensibles, se relacionan mejor, coordinan mejor, menos ansiedad, menos estrés, más confianza en ellos mismos, madurez visual, más coordinados, menos inseguridades, mejor atención, etc.
Con la terapia de integración de reflejos realizada en los niños se puede conseguir mejorar todo esto. Sin embargo, en edad adulta mi propia experiencia me ha mostrado que puedes atenuarlo pero no consigues integrar el reflejo del todo, por tanto, en ciertos momentos resurge.
Te tomas la vida con más calma, tienes menos ansiedad (aunque en épocas de estrés, el reflejo de Moro resurge con fuerza :( ), relativizas la importancia de las cosas, afrontas mejor los cambios, mejoras visualmente, etc.